Parte 1. Gerard.

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1045 días antes.


 Prologo.   


"Como hermanos en nuestros brazos caemos."


Dicen que cuando nacemos todos tenemos un destino.

Un destino sobre un futuro de lo que seremos, sobre lo que ya somos, lo que nunca seremos, y todo lo que pensamos que podríamos ser.

Sobre la vida que nos tocó y lo que podremos hacer con ella. Aunque a veces uno tiene que hacer cosas y arriesgarse para ganar esa vida.

Me gustaría decir que mi vida fue larga y placentera, llena de sueños e ilusiones cumplidas, pero la vida que me toco, no fue la mejor que pude tener. Tampoco me quejo, de todos modos fue la única que conocí. 

Realmente no estaba seguro de cual de todas las posibilidades era la que había terminado por convencerme de que esa noche no iba a ser una noche común y corriente. Motivo por el cual terminaría desvelándome. Principalmente fue el llanto ahogado que oía de debajo de mi cama de dos pisos el que me despertó. De inmediato me destape y baje descalzo de un salto.

 Mi hermano menor yacía acurrucado entre sus mantas con la cabeza oculta entre la almohada y el acolchado, estaba completamente inmóvil excepto por unos espasmos que hacia al tratar de contener el llanto que lo atacaba.

-Mikey... –Susurre tocando con suavidad su hombro bajo las mantas, le doy una sacudida para que me mire. –No llores.

Él se apartó ligeramente dejándome espacio suficiente para que me acostara junto a él y Arturo su oso de peluche, yo me moví torpemente bajo las sabanas. Es tan inútil decirle a alguien que no llore como que deje de respirar, pero tenia que intentarlo. Mikey estaba restregándose los ojos contra la tela de su almohada mientras las lágrimas caían de costado por su nariz.

-No llores Mikey, no es tu culpa que ellos se peleen.–Le susurre comprensivamente mientras él sorbía su llanto.

-E-ellos no me quieren, por eso se pelean. –murmuro con la voz apagada, los ojos débiles, entonces yo lo miro negando. En la oscuridad no estaba seguro de que pudiera verme con claridad, por mi parte solo podía ver su cabello lacio, casi rubio sobre su frente y la mirada vidriosa bajo la escasa luz de la habitación.

-Ellos no saben quererse, y no es tu culpa. No es la culpa de nadie, solo de ellos. –Lo consolé firmemente pero no estaba seguro de estar haciéndolo bien.-Me tienes a mi Mikey. Yo siempre estaré.

Era un argumento poco valido, hasta insignificante podría decirse, pero las palabras sobran y los hechos abruman. El no tarda en creerme cuando asiente débilmente con la cabeza. De a poco fue cayendo en un sueño únicamente interrumpido por algún sollozo que no cesaba del todo, abrazando su destripado muñeco.

Por mi parte, estaba desvelado pensando, era un gran pensador cuando quería, si no me volvía en mi propia contra.

Cuando sentía las palabras que golpeaban en mi mente a veces rememorando el inicio de nuestros males. Que tanto los sueños como las pesadillas son algo que se llevan dentro. No puedes escapar de ellas si no las aceptas, nunca seras feliz.

Yo no podía escapar de mí mismo. No podía arrepentirme de lo que era y lo que no.

Entonces las cosas no paraban de empeorar, y yo hubiera matado por libertad.

Aunque no fuera exactamente mi libertad.


notas: Debido a una negligencia mía en la cuenta (el mail ya no existe y no puedo cambiarlo porque no sé la contraseña) Les paso a comentar que tendré que terminar ambas historias en esta nueva cuenta @Myfrerardromanzx.

 xoxo francis 


Aftermath (Secuelas)Where stories live. Discover now