If You

Capítulo XXXIV

Buenas noches. 

Sí, esto no es un error en la matrix xD en realidad, era algo que quería hacer hace tiempo, pero no encontraba la inspiración ni el tiempo.

Yo había prometido meditar si continuaba con el fic o no y, aunque he tenido que cambiar muchas ideas, voy a tratar de terminar sin fallar demasiado a mi plan original. No sé si todavía habrán lectoras de If you por acá, pero esto va para ellas. Espero que les guste.

Gracias a mi querida Eren que sigue teniendo una paciencia infinita conmigo =) 

Ahora sí, a leer!!

XXXIV

Seung llegó muy cansado a casa. Los últimos días tenía muy pocas horas de sueño, aunque no podía evitar sonreír todo el tiempo. Su felicidad era innegable, porque había pasado de tener una semana a tener casi un mes de exhibición por la acogida que había tenido. Y no solo eso, ahora la empresa le había informado que iba a llevar su arte a Japón. En cuatro meses, llevarían allá toda la colección. Muchos aficionados habían querido comprar sus obras, pero debían esperar hasta el final. Estaba bastante emocionado por eso. Daesung había besado su mejilla, muy contento al enterarse de todo aquello.

- Creo que al final harán una subasta por tus obras.

- ¿Tú crees? Estoy bastante cansado, pero orgulloso de lo que salió. - sonrió. - No pensé que tanta gente vendría a verme. Creo que el hecho de que los chicos sean mis amigos también despierta más interés en mi trabajo del que ya estoy acostumbrado.

Daesung quiso refutar aquella idea para darle todo el mérito a él, pero él también pensaba lo mismo. Lo miró con sus gafas de marco delgado, sonriendo.

- Las fotos me salieron muy bonitas. Mira, ya estoy terminando de actualizar la página. - Seung se acercó a ver la pantalla de su portátil. Había armado una galería solo con las fotos de la exposición de su novio y era bastante extensa. También habían fotos del cóctel y de los asistentes que habían ido en días posteriores a la inauguración, pues Daesung había ido en las mañanas y en las noches para retratarlos. - Le mostré las fotos a mi jefe y estuvo contento de darme permiso. Le gustaron mucho las fotos y tu exhibición también. Se sorprendió mucho cuando le dijiste que eras mi novio y me retó por habérselo ocultado todo este tiempo.

El mayor se mordió el labio, mirando al muchacho detenidamente.

- En realidad, también me sorprendió que lo ocultaras. ¿Por qué lo hiciste? - preguntó con cara sin entender. - ¿No quieres que sepan que soy tu novio?

Daesung se puso un poco nervioso.

- No quería que tu influencia afectara mi carrera. - Seung parecía no entender. - Déjame explicarte, por favor. No quiero que pienses que es algo malo, pero quiero empezar mi carrera aquí valiéndome por mí mismo, no con favores o con condescendencia por ser tu novio. Ya viste cómo de pronto mi jefe cambió su actitud. - dijo con voz suave. Sí, debía admitir que el gerente se había comportado demasiado formal y temeroso de meter la pata frente al artista. Seung suspiró.

- Está bien. Comprendo a lo que te refieres. - Seung acarició la cabeza de su novio antes de besarlo en los labios suavemente. - Comprendo tu punto de vista. En realidad, no he hecho nada formal como para que me presentes como tu novio, así que es culpa mía también.

Daesung soltó una risita nerviosa, porque no sabía si Seung lo estaba probando. Debía admitir que a veces no comprendía sus bromas ni indirectas, así que fue cauteloso.

- No te preocupes, mi amor. Tú y yo estamos bien. Nuestros amigos y familiares ya me conocen y ellos son los únicos que me importan.

Era cierto. Daesung era un muchacho de perfil bajo ahora que había madurado y no quería que el tag de su orientación sexual desviara la atención del trabajo que ambos realizaban. Aunque la comunidad artística coreana no era tan cerrada como el público en general, Daesung no quiso tomar riesgos, no cuando todo iba tan bien para Seung. No creía que fuera algo muy acertado anunciar su relación o hablar de ella en los medios, al menos en ese momento en que estaba en boca de todos. Más tranquilo, Seung anunció de manera feliz que iría a comprar algo para comer, tomando las llaves de su auto y desapareciendo por la puerta. Daesung se desperezó y miró sus pendientes; tenía todo resuelto hasta la fecha. Tenía cuatro eventos que fotografiar esa semana, motivo por el cual no podría acompañar a su novio al aeropuerto, pero no había problema, iban a coincidir en Japón. Siquiera por unos cinco días, pero algo era algo, pues Seung tendría que volver mientras él se quedaba por más tiempo. En Japón había recibido una propuesta de trabajo y se iba a quedar un poco más de tiempo. Su jefe no se había negado, pues era un honor que solicitaran al fotógrafo junior de su empresa para el avant- premiere de una importante película de Hollywood, de modo que lo dejó ir de buena gana.