No puedo imaginar mi vida sin ti

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Hola mis amigos apenas pude terminar mis extras los cuales aun siendo en línea fueron pesados pero nada que no pueda manejar.

Ya para no perder más tiempo les traigo el nuevo capítulo de este su fic.

Castillo Lucifer.

En el castillo Lucifer se podía ver a un peliblanco de ahora ocho años recostado en el pasto usando sus manos como almohadas con la mente perdida entre las nubes, pensando en todo lo que sucedió en tan solo un año.

Los cambios de su cuerpo pasando de cómo es que casi muere de hipotermia, los múltiples sueños que él ha tenido más específicamente con su guardián y su maestro en combate, con el cual entrenaba y otras veces solo hablaban y pasaban el tiempo recorriendo la isla, era extraño para el ya que jamás le dijo su nombre pero le prometió que cuando el momento llegue el se lo dirá.

Otro cambio fue el de cómo es que lo veían los demás , después del combate con los Vepar la noticia se extendió como el fuego en pasto seco, Lord Vepar exigió la expulsión de Damien pero con el apoyo de su padre y de Lord y Lady Sitri no solo consiguió apaciguar a Lord Vepar sino que también lograron de que este le ordenara a sus hijos una disculpa ante él y ante Sona, desde ese día nadie volvió a pronunciar o susurrar algún insulto en contra de Damien, ya que si el hizo papilla a los trillizos ¿Qué evitaría que alguien tuviera el mismo destino?.

Con respecto al poder usado durante su pelea Damien recibió la gratitud de los Sitri, de Rias y de Sairaorg al igual que su admiración, su padre se sintió orgulloso no solo de que hubiera defendido a su amiga sino también de que él pudiera desarrollarlo de forma autónoma, sus abuelos estaban sorprendidos por sus acciones y por el poder que tenia, los sirvientes del castillo lo vitorearon y alabaron y enorgullecieron de que era un buen chico, Grayfia por otro lado no dijo nada no tuvo reacción alguna ella siguió su rutina diaria como si nada hubiera pasado.

También ahora que podía manejar el fuego pudo hacer su entrenamiento sin tener que estar solo en el castillo que soñaba diario, usaba el campo de entrenamiento del castillo para poder mejorar su poder con la ayuda de Beowulf, francamente Sirzechs no podía pensar en alguien mejor uno de sus peones y de sus mejores guerreros, el había sido un vikingo que se gano su respeto al enfrentarse el solo a un gigante y que en sus últimos momentos de vida le ofreció ser su Vasallo, cosa que el acepto.

Eso era por la parte profesional pero en lo personal era diez veces mejor ya que era uno de los más cercanos al pequeño al punto de llamarlo tío, le regalaba varios juguetes como barcos de madera que el tallaba, espadas y le cantaba canciones y contaba historias de sus hazañas cuando el se ofrecía a cuidar al pequeño sin que nadie se lo pidiera mientras el mao y su esposa tenían citas.

Beowulf llevo al límite al hijo de su rey con su entrenamiento que consistía en combate tanto a cuerpo a cuerpo como a larga distancia, decidió que aun no lo entrenaría a media distancia pues para eso necesitaba una arma y aunque él era un maestro en combate con espada y hacha decidió que lo mejor era primero entrenarlo en estos aspectos.

Los resultados fueron casi inmediatos descubrieron que no solo podía encender sus brazos y lanzar bolas de fuego sino que también podía lanzar torrentes de fuego aunque muy breves por lo exigente que era y claro esta lanzaba fuego de su boca ya sea en forma de bolas de pequeño o medio tamaño y una o bolas de fuego del tamaño de un elefante.

Algo en lo que Damien destacaba era el manipular y moldear el fuego a gusto, transformaba su fuego en varias formas como en aves en lugar de bolas y en lugar de torrentes los convertía en animales como serpientes, aunque no era parte de su entrenamiento también creaba pequeñas llamaradas para transformar y usar cuando su tío/maestro le contaba historias y cuando él lo hacía, ganando la atención de muchos en su escuela, sin duda fueron muchos cambios.

El bastardo de una MaidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora