Hyung, yo soy mejor que él.

CALMA

El sentimiento de impotencia, de traición, de ser usado y de usar a alguien más era lo que invadía la mente de Sunoo en esos momentos. Tenía los pensamientos nublados y tampoco podía organizarse para explicar lo sucedido. Estaba junto a Jay en el vehículo con un silencio que, a diferencia de otras veces, se sentía como la peor cosa del mundo y por esa razón, el tiempo también se percibía quizás más lento de lo normal.

Era todo lo contrario a las salidas anteriores, dónde era un lugar de paz, ahora se sentía como la peor pesadilla de su vida.

Sunoo intentaba parecer tranquilo, su respiración era pesada pero baja. Pensaba que claramente ya estaba todo jodido porque si le hubiera dicho como eran las cosas antes, ahora no fueran tan complicadas de explicar. El remordimiento le invadía desde el interior, quería llorar, vomitar, huir... Y no podía. Había usado a Jay ¿y como se lo explicaría? ¿por dónde debía comenzar? Negaba varias veces con la mirada perdida, se recriminaba a si mismo lo tonto que se había vuelto.

Él sabía que todo eso era una mentira, en el fondo sabía que su hermano no terminaría tan sencillo con Sunghoon ¿por qué mierda te dejas caer por él? Sunoo en su mente quería hablar con su yo del pasado. Apretaba con fuerza la tela del pantalón. Se arrepentía muchísimo, más que todo por cómo le engañaron tan fácil. Sunghoon no era lo que él pensó en lo absoluto. Le llevaba a cuestionarse, si nada de esto hubiera pasado ¿Qué tan lejos hubiera llegado con Sunghoon? Él sí quería quitarle cosas a su hermano, ansiaba y anhelaba lo especial que era ser Heesung, pero luego de... Jay... Y conocer qué podía lograr que le quisiera genuinamente y sin comparaciones, ¿por qué mierda querría lo de alguien más? —Eres un estúpido, Sunoo. —Se recriminó inconscientemente en voz alta. Logrando así la atención de Jay y saliendo de sus pensamientos. Sin duda se sintió expuesto y algo avergonzado, sin mirar al mayor aún con bajando la mirada.

Jay no sabía qué hacer, aún no habían llegado y no podía abrazarle como excusa para consolarlo. El hecho de que Sunoo le evitara a toda costa tanto físico como visual le tenía un poco mal. Por esa razón, no quiso ni siquiera llevar su mano a la ajena. Temía que su hermano y Sunghoon le hubieran dicho mentiras con respecto al pasado. También sospechaba que tenían que haber dicho o hecho cosas graves porque para que le llegara un mensaje y le bloqueará, que luego le encontrara peleando con Sunghoon... Era solo frustrante. —¿Dijiste algo? —Jay no había entendido muy bien lo que salió de la boca del menor. Estaba demasiado concentrado en dos cosas, en intentar descifrar que le pasaba a Sunoo y también en manejar. Jay respiró profundo sin ser exagerado. —Sabes que... Podemos hablar lo que sea y... —Inmediatamente Sunoo le interrumpió.

—No. —Sunoo hizo una mueca, quedándose de nuevo en silencio. Sunoo estaba prácticamente ahogándose en un vaso de agua con todos los pensamientos que pasaban por su mente. Si la distancia no era relativamente lejos, el tráfico solo empeoraba todo. —Hablamos cuando lleguemos. —No quiso tampoco sonar grosero con Jay, pero estar en su mente ahora mismo era una tortura. De hecho, su tono de voz tampoco fue malo, se podía percibir como bajo y triste, casi apagado. Sunoo realmente estaba obligándose a calmarse por lo menos hasta llegar. Sonaba como un trabajo sencillo, pero a medida que se atoraban en el tráfico, la ansiedad se adueñaba del cuerpo del menor. Se sentía miserable, culpable... Estaba entrando en ese hueco oscuro que pensó se alejaría cuando estuviera con Sunghoon, pero no.

Se había convertido en todo lo que intentaba huir... Se volvió la sombra de Heeseung, su reemplazo...

Sunoo de reojo se atrevió a mirar a Jay, le daba tanta vergüenza como se notaba de preocupado y eso no podía soportarlo. Imaginaba por un momento como el otro reaccionaría, como lo dejaría en medio del parque y... Sunoo suspiró volviendo a ver sus manos, jugaba entre ellas de forma ansiosa.