épilogue

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advertencia: contenido sensible, leer bajo su responsabilidad.

"Existen fuerzas que nos acercan, que nos alejan, y si se enfrentan ¿Cuál queda?"

Sentía como sus besos recorrían mi piel, suaves, desordenados, confundiéndose de direcciones, solo ahogaba sonidos completamente placenteros porque en sí la habitación ya estaba llena de ellos. Al final su boca encontró la mía, nuestros labios se fundían entre palabras de amor, de completo deseo y entrega.

Sus manos recorriendo mi cuerpo, delineando mis tatuajes, ¡oh! Yo estaba perdido en emociones desenfrenadas, y solo pedía que me besara más y más, para no olvidarme nunca de sus besos, de sus ojos completamente conectados con los míos.

Y Liam gimió, cuando toqué su rostro con la punta de mis dedos, cuando le susurré que se quedara conmigo hasta el amanecer. Sus labios rojos, brillosos, su cabello alborotado, me fue inevitable volver a besar cada centímetro de ese cincelado rostro que tenía a tan pocos centímetros del mío, yo le miraba con amor, porque a este punto, a su merced, resultaba estúpido e incoherente no reconocerlo.

-Puedes decirme que me amas en cualquier momento –dijo Liam con una sonrisa condenadamente dolorosa.

-Te amo, lo sabes...-reí cerrando los ojos cuando dejó un sonoro beso en mi frente.

Liam asintió orgulloso, y solo continúo bajando sus manos hasta mi cadera, haciéndome retorcer, arquear la espalda para él.

-Estoy aquí, zee...justo aquí –susurró contra mi piel.

Le sentí mordisquear, dejando marcas a las que solo él podría tener acceso, mis puños apretaban las sabanas, estaba enceguecido, porque lo tenía, aquí, junto a mí.

Emblanquecidos se enrollaban en las sabanas, cuando en vez de mordisquear solo lo envolvía con sus labios, y le llamaba...le llamaba con desespero, hasta que decidió que era suficiente, Liam volvió a treparse sobre mí, burlón, porque sabía muy bien que no me dejo terminar, sin embargo no importo. Nada importaba.

-Solo...no me dejes solo jamás –solté desviando mi mirada hacia el techo.

Liam tomo mi mentón, para que le mirase, casi palpando ese profundo dolor que nos producía el no haber podido estar juntos, el que yo de alguna manera terminara con todo, y le perdiese, le creí perdido para siempre.

-Zayn...yo solo quiero estar aquí, tocándote, amándote. Aunque vaya más allá de mí.

-Entonces, reconciliémonos Liam, enamorémonos ahora –exclamé sentándome en la cama.

-Lo haría siempre que tuviese la oportunidad, Zayn. Yo no podría enamorarme de nadie que no fueses tú –confirió tomándome de las manos.

Me lancé a sus brazos, rodeando su cuello, con lágrimas en los ojos. Empezamos a amarnos, como siempre, solo él y yo.

-¿Listo? –pregunté a horcajadas sobre él.

-He esperado toda una vida para volver a tenerte, Zayn.

E inconscientemente volví a sonreír, acomodándome mejor entre sus piernas. Le observaba, ruborizado, casi como la primera vez, nervioso, a la expectativa de cualquier movimiento cuando solíamos ser jóvenes, enamorados e indecisos, pero juntos. Su cabello cubría su frente, su nívea piel, con aquellos ojos cafés tan profundos, con ese toque de tristeza que se difuminaba cuando me veía llegar.

Los mismos ojos cafés que hice llorar cuando me marche, las incontables veces que le dejé solo mientras me rogaba que me quedara, dolía, tan solo mirarlo dolía porque no podía evitar pensar en aquellos momentos tan desgarradores para ambos, en todo lo que sucedió. En nuestras vidas.

Sorry➸ ziamWhere stories live. Discover now