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  —¿Seguro?— preguntó Perú por quinta vez a Canadá.

   Desde que se enteró que Canadá pensaba llevar a USA con sus padres estaba algo inseguro, conocía su caso de memoria y —según las palabras de su terapeuta, México Centro— un paso en falso y USA podría tener una recaída bastante sería.

  —¿La verdad? No lo sé. Pero si USA cree estar listo— respondió Canadá dirigiendo su mirada a su hermano, quién esperaba dentro de la camioneta —Es lo menos que puedo hacer—.

   Perú suspiro. Dando permiso para que lo lleve.

   Canadá se despidió de México con un pequeño pico en los labios y de los demás sacudiendo su mano. Se subió a la camioneta en el asiento del conductor y miro su hermano.

  —¿Listo?—.

  —Mejor arranca antes de que me arrepienta— respondió decidido.

  -Conociendote, lo harás- pensó Canadá encendiendo el motor.

  Comenzaron una marcha larga hasta la casa de sus padres. Aunque, cuando salieron del terreno de la casa, USA estornudo. Su nariz estaba algo roja, ya que (confirmado por ambos médicos de la casa) estaba resfriado por pasar noches frías fuera y sin abrigo. 

  —Creo que será mejor volver ¿No?— dijo el estadounidense tirando la toalla y levantando la bandera blanca.

  —Eh nop, ahora ya salimos— respondió su hermano con una sonrisa.

   -¿Sabes? Es posible saltar de aquí y escapar- le comentó la voz a USA.

   -¿Y si te callas un rato?- le respondió. Últimamente estaba muy respondón.

(...)

  Al fin, llegaron.

  A pesar de que USA había estado en esa casa muchas veces, sentía que pasaron meses desde la última vez que estuvo allí.

  —¿Lo hago yo o lo haces tú?— preguntó Canadá con la mano cerca de la puerta, dispuesto a golpear.

   USA puso su mano sobre la de su hermano, decidido que no en silencio. Debía hacerlo él, sabía que debía ser así. Pero ¿Qué iba a decir? ¿Que iba a hacer? ¿Y si no había nadie?. Sentía que el mundo le daba vueltas.

   -Nos vamos- dijo la voz. Aunque no sonó como una sugerencia ni pregunta, sino una órden.

   -¿Y si están ahí y quieren verme? Podrían estar preocupados-.

   -¡Ja! Vamos, cuéntame otro. Es obvio que no les importas nada, vámonos, ahora- ordenó por segunda vez.

   USA sintió que algo le apretaba el pecho, su garganta ardía y sentía ganas de llorar. Lo peor, era que no sabía porque.

   —No puedo— susurro. Antes, cuando se lo pidió a su hermano, no lo pensó. Quería ver a sus padres, abrazarlos también, hablarles más de dos palabras por día. Pero ahora, frente a la puerta de la casa, no podía.

   —Hey, tranquilo— le dijo Canadá, abrazándolo —Esta bien—.

   En eso, se escuchó un rechinido en la puerta, y está se abrió lentamente.

Because (Coutryhumans, USA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora