El joven Park tiene muchos deseos de realizarse su primer tatuaje, por lo que cuando TaeHyung le consigue una cita con un reconocido tatuador de Daegu; JiMin no duda ir al estudio de Jeon JungKook.
☪Capitulo único (OS) + extra
☪Jungkook Top !¡ JiMi...
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Desde que era un niño, Park JiMin había sentido mucha curiosidad por las numerosas marcas que su hermano mayor tenía en su piel.
El pequeño Park de ocho años había visto por primera vez al hijo de la nueva pareja de su madre en otoño, y había quedado embobado por os dibujos que adornaban el blanquecino brazo derecho de Kim TaeHyung.
El adolescente de quince años no mostraba muchos deseos de establecer una relación con el niño de cabello oscuro, pero no pudo evitar sonreír de lado cuando el pequeño se acercó a él y le pregunto cosas que iban desde un ¿Qué es lo que tiene en el brazo? Hasta ¿todos los días se levanta temprano en las mañanas para dibujarse el brazo, hyung?
Con la tranquilad que creyó que nunca tendría, procedió a explicarle de forma simple todo acerca de lo que trataba un tatuaje, causando que JiMin se sintiera aún más fascinado que antes.
Luego de aquél primer encuentro, cada vez que lo veía, el pequeño le pedía a su hyung que le enseñara sus tatuajes y le hablara acerca de ellos y su significado.
Poco después, y una vez que ya se encontraban viviendo bajo el mismo techo, el menor comenzó a comentarle al peli azul que también deseaba tener un tatuaje en su piel. Entonces, TaeHyung se vio obligado a decirle con seriedad que aún eres un niño y no debes tatuarte, JiMin.
El joven Park se mostró molesto y triste por las palabras del mayor, por lo que TaeHyung procedió a comenzar a comprar caramelos que traían de regalo pequeños tatuajes temporales; para que así su hermano pudiera adornar sus brazos con diversos dibujos, al igual que él.
Los días, meses y años pasaban poco a poco; JiMin comenzó a crecer y su gran fascinación por lo tatuajes también lo hizo.
A medida que pasaba el tiempo, el ahora castaño dejó de usar los pequeños tatuajes temporales que su hermano le obsequiaba, pero aun así seguía deseando poder marcar su piel.
Y cuando su cumpleaños número trece llegó, luego que TaeHyung le preguntara qué era lo que quería de obsequio, JiMin no dudó en pedirle al mayor aquello que siempre deseó.
—Quiero un tatuaje. Uno real, hyung.
TaeHyung lo había mirado con seriedad por varios minutos, causando que el menor se arrepintiera de haberle pedido algo como eso. Pero entonces, su hermano habló;
—Está bien. Te voy a obsequiar un tatuaje —dijo con tranquilidad y JiMin casi se cae de la silla, donde estaba sentado—. Pero tendrás que esperar a cumplir los dieciséis al menos, ya que no quiero que tu madre se divorcie de mi padre y nos asesine a ambos luego.
El menor no pudo evitar sentirse levemente molesto por tener que esperar tres años más para tener un tatuaje, pero aún así le agradeció a TaeHyung y aceptó la condición impuesta.
JiMin pensó que el tiempo pasaría muy lento, pero no fue así. Y cuando entro en razón, se encontró a si mismo apagando las dieciséis velas, que estaban sobre el pastel que su madre había preparado para él.
