Capitulo 32

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Sin previo aviso, Félix atacó con violencia a Hyunjin y lo mandó volando al otro extremo de la cocina. Mis pulmones ardieron al llenarse de nuevo de aire y me quedé apoyado en la pared, respirando con dificultad.

Hyunjin tropezó de espaldas con la nevera, pero recuperó al instante el equilibrio y contraatacó a Félix, que esperaba esa respuesta y se abalanzó de nuevo sobre Hyunjin, apartándolo una vez más de mí.

-¡Félix! -chilló Minho, preso del pánico.

Chan dio un paso al frente dispuesto a intervenir y Hyunjin, al verlo, hizo un amago de calmarse. Félix se interponía entre Hyunjin y yo, y su cuerpo me protegía insufriblemente de Hyunjin.

Una rabia a duras penas controlada contraía las bellas facciones de Hyunjin. Tenía las manos cerradas en un puño a ambos lados de su cuerpo y su mirada pasaba por encima de Félix para clavarse en mí.

-¡No le hará ningún daño! -le dijo Chan a Félix, y ambos retrocedieron un poco, aunque ninguno de los dos estaba dispuesto a abandonar del todo su posición.

-¡Lo ha agarrado por el cuello! ¡No podía respirar! -vociferó Félix.

-¡Jamás la habría dejado morir! -gritó Hyunjin-. ¡Oía su latido y en ningún momento ha flaqueado! -Pero entonces algo le pasó por la cabeza y se acercó a Félix-. ¿Y a ti qué te importa? ¿Cómo sabías tú que no respiraba? ¿Qué has hecho?

-¡Paren! -Minho corrió a interponerse entre ellos. Extendió los brazos para posar las manos en sus pechos y así detenerlos, mientras Chan se hacía a un lado.

-¿Qué demonios pasa aquí? -Hyunjin miró a Chan en busca de una explicación-. ¿Por qué le importa tanto a Félix?

-La verdad es que no sabemos qué sucede -reconoció Chan, manteniendo la calma y mirándome de reojo-. Nunca había visto nada igual.

Hyunjin me estudió con curiosidad y mi corazón empezó a acelerarse. Vi en su mirada que lo había captado y escuché en aquel momento un gemido de Félix. Al instante, Hyunjin le clavó los ojos.

-¡Reaccionas a el! -Hyunjin no hablaba con rabia, sino con perplejidad. Se inclinó sobre Félix, mirándolo a los ojos-. ¿Lo has mordido?

-¡No! -gimió Félix, exasperado.

-Y entonces ¿cómo es posible? -Hyunjin estaba asombrado.

Cuando volvió a mirarme, sus ojos se habían dulcificado, lo que me dejó más confuso si cabía y no sirvió en absoluto para ralentizar mi ya acelerado pulso.

-¡Changbin! -explotó Félix.

-¡No puedo evitarlo! -dije, lamentándome.

-Ven aquí, Félix -le ordenó Minho, señalando un rincón de la zona destinada a comedor. Félix murmuró una protesta pero hizo lo que se le decía. Minho se acercó a mí y me abrazó.

-Debe de..., debe de haberse vinculado con Félix de alguna manera -explicó lentamente Chan. La cara de Hyunjin era todo dolor y confusión cuando se volvió para mirarnos a Chan y a mí-. Contigo es con quien reacciona más fuerte, pero por lo que parece ha habido cierto grado de transferencia.

-¿Cómo es posible? -repitió Hyunjin, y Félix respondió casi mofándose de él.

-¿Y a ti qué te importa? -preguntó rabioso-. ¡Si ni siquiera lo quieres!

Sus palabras me atravesaron como un cuchillo y me estremecí. Minho me abrazó con más fuerza. Lo que más me dolía era saber que Félix tenía razón. Hyunjin solo sentía algo por mí porque su cuerpo le obligaba a sentirlo.

Instinto¹ || [Lixbin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora