XXVI

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La historia de Harry.

Luego de que la profesora abandonara la habitación mis hermanas se quedaron conmigo.

- No lo entiendo Rain. - Dijo Anabella luego de un rato, aparentemente disgustada. - ¿Por qué no nos lo dijiste?

- Lo siento... Creí que era algo peligroso, pero cuando empecé a comprender algunos de mis poderes yo.. creí que podría dominarlo sola. 

- ¿Y qué pasaba si hacías daño a alguien? - Dijo Makk sin quitar su mirada del suelo. 

- Solo intente atacar a Malfoy, estoy segura de que le hubiera hecho un favor a más de uno en Hogwarts. 

- ¿Que? - Ana me observó entre asombrada y molesta. Esta vez Makkena si levantó la mirada hacia mi. Suspire.

- El día que me encontraste frente al despacho de Dumbledore, Snape me llevó hasta ahi por que intente atacar a Malfoy.

- ¿Con tu animagia?

- En realidad solo lo apunte con mi varita pero los poderes salieron solos... ¡Oigan, no me miren así! No le hice nada. - Las dos solo negaron con la cabeza, aunque Anabella tenía una expresión divertida en su rostro. Otra duda surgió en mi cabeza en ese momento. - ¿Tienen alguna idea de cual es el animal en el que me transformare? 

- La profesora tiene sus teorías, según las descripciones que le han dado Ron y Hermione. Podría ser un can.

Fruncí el ceño. - ¿Te refieres a un perro?

- Puede ser cualquier cosa, Rain... Un perro, un zorro, un lobo..

- O un simple caniche miniatura. - Terminó Ana. La miré mal.

Esa misma tarde me dieron de alta. Lo primero que hice fue buscar a Ron y Hermione, quien se colgó de mi al ver que estaba bien. 

- ¿Qué hay de Harry? - Preguntó Ron una vez que me separé de él tambien. 

- Aún no despierta... - Los miré con algo de impotencia. Ellos solo asintieron en silencio antes de contarme todo lo que había pasado. 

Resulta que una vez que me desmayé se apresuraron a asegurarse de que estaba viva, o bueno, Hermione controló mi pulso mientras Ron entraba en pánico y Harry trataba de calmarlo. Me llevaron a un lugar seguro, cerca del lazo del diablo. Lo suficientemente cerca como para que el troll no me encontrase si despertaba y lo suficientemente lejos para que la planta no intente matarme. 

Cuando avanzaron por el pasillo se encontraron con unas escobas y unas interesantes llaves voladoras. El objetivo era atrapar la que abriera la puerta para seguir avanzando. Harry lo logró en unos segundos gracias a su destreza como buscador. No pude evitar sentirme orgullosa cuando me narraron esa parte.

La siguiente prueba que atravesaron se trató de un ajedrez mágico gigante. Tenían que jugar una partida para poder pasar. Entre los tres ocuparon sus posiciones y fue Ron el que dirigió el juego, sin embargo también fue él quien se tuvo que sacrificar para que Harry pueda hacer un jaque-mate. 

Repitiendo el proceso de asegurarse de que estaba bien, Hermione y Harry fueron los que quedaron. Estaban seguros de que estaban acercándose a Snape cuando encontraron una extraña pared de fuego. Frente a esta había una mesita, unos frascos y una notita. Resultaba ser un acertijo, una prueba de lógica. Una de las botellitas los ayudarían a pasar el fuego y otra los ayudarían a volver; el resto eran venenos o líquidos más bien inservibles. 

Harry fue el que atravesó el fuego. Hizo que Hermione se fuera, volvió por Ron (al que logró despertar) y por mi, luego tomaron las escobas que estaban en la prueba de las llaves. Salimos de ahí y fueron a buscar ayuda. Cuando se dirigían a la lechucería se encontraron con Dumbledore para sorpresa de ambos.

La piedra filosofal - REH #1Onde histórias criam vida. Descubra agora