Capitulo 12

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—YiBo, saldré en la tarde —Dije mientras desayunábamos.

—¿A dónde irás? —Preguntó mirándome fijamente, yo levanté la ceja.

—¿Lo olvidaste? Hoy iré por mis resultados — Estaba muy emocionada, había pasado un poco más de una semana.

—Cierto —Asintió antes de levantarse de la mesa e ir a dejar su plato. —Tengo algo que decirte.

—¿Si? —Dejé de comer para darle toda mi atención, parecía que era algo serio.

—Tengo cosas que hacer en Shangai, así que es posible que permanezca allá durante 3 o 4 días , espero que no sea más que eso.

—¿Me dejarás sola todo este tiempo?

—No es mucho... Trataré de llamar cada día, aunque no estoy seguro de tener mucho tiempo libre.

—Aun no entiendo porque no me dijiste antes —Estaba un poco molesta, como era posible que olvidara comentarme algo como eso.

—No es algo tan importante —Dijo restándole importancia, me levanté y llevé mi plato al lavabo, toqué su hombro e hice que se girara para verme.

—¿Cómo dices que no es importante? Si me voy a quedar sola en tu departamento mínimo deberías de avisarme. —YiBo simplemente me miró sin decir nada por un par de segundos.

—Esta bien, lo siento, no estoy acostumbrado a avisarle a alguien a donde y cuando iré a algún lugar.

—Solo avísame con anticipación para la próxima vez —Dije con la voz bajita, aun estaba algo molesta, lo miraba con gran seriedad. Sin previo aviso me tomó de la cintura y me colocó sobre la barra, se acomodó en medio de mis piernas y me besó. —No, ahora no.

—¿Estas segura que no quieres? —Me susurró en el oído, sentía como una de sus manos descendía hacia el interior de mis muslos.

—No, no quiero —Susurré mordiendo mi labio inferior, de la nada de alejó.

—Entonces me iré —Acomodó su pantalón disimuladamente. Tragué en seco y lo jale de uno de sus brazos antes de que se fuera, lo aprisioné contra mi cuerpo con la ayuda de mis piernas, empujó su cadera suavemente, se sentía tan bien tenerlo listo y caliente para mi.

—Por favor, tócame —Gruñí con suavidad sobre su cuello, YiBo no espero más y metió una de sus manos bajo mi ropa interior. Estaba completamente lista y dispuesta a todo lo que me hiciera.

—Pero dijiste que no querías —Con su mano libre tomó mi rostro para que lo mirara, besó mis labios repetidas veces. Me sostuve de sus hombros al sentir las caricias que daba en mi punto dulce, no dejé que se alejara necesitaba sentirlo cerca. Besé su boca y baje por su mandíbula hasta llegar a su cuello, tuve el impulso de dejarle marcas y mordidas de amor, YiBo al darse cuenta de mis intenciones se alejó de repente. —No dejes marcas.

—Lo siento —Susurré con la respiración entre cortada. Volvió a ponerse en medio de mis piernas y beso mis labios de piquito varias veces mientras desabrochaba su pantalón y me daba mayor acceso, tomé con fuerza su playera y baje una de mis manos hasta su miembro, lo apreté delicadamente y fui capaz de escuchar los ligeros suspiros que salían de su boca. Movía sus caderas contra mi mano, su mano derecha regreso al mismo lugar que tanto placer me causaba, tenía acceso completo a mi entrepierna, sacó sus dedos y los llevó a su boca mientras me miraba fijamente, continué con mi trabajo.

Sus dedos finalmente llegaron a mi entrada después de tanto tiempo sintiéndome vacía, reí internamente al pensar en lo afortunada que era al tener a YiBo entre mis brazos, siendo un increíble bailarín y sobre todo teniendo una gran sincronización. Sus caderas me movían a la par de sus dedos, estaba segura que en cualquier momento iba a terminar. Jamás imagine que iba a ser yo quien llegara al límite primero, recargué mi cuerpo contra su pecho para no caerme, YiBo aún no se corría por lo que utilizó mi mano por si mismo para hacerlo. Permanecimos un par de minutos en silencio, nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en toda la habitación.

—Haz manchado mi ropa —Dijo YiBo para aligerar el ambiente. Me cargó entre sus brazos hasta la habitación y me dejó en medio de la cama. —Debo cambiarme de nuevo.

—¿No te vas a bañar? —Él asintió y se metió al baño, sentía mis piernas temblorosas, no podía creer lo que acababa de pasar, había tenido un increíble orgasmo sin la necesidad de que me poseyera plenamente. Cuando salió del baño me miró con una sonrisa, se acercó a mi y besó mis labios con una sonrisa, me quitó la ropa y se tomó la molestia de vestirme con algo cómodo nuevamente.

—Debo irme —Susurró y palmeo mi muslo. Se acomodó la ropa y salió de la habitación, pasaron un par de segundos antes de que escuchara el ruido de la puerta principal. Cuando estaba segura que se había ido comencé a reírme, tenía muchas ganas de ir al baño pero sentía que mis piernas hormigueaban mucho.

Me levanté minutos después, debía arreglar y limpiar muy bien el desastre que habíamos dejado en la cocina, ordenar la habitación y alistarme para ir a ver mis resultados. Cuando llegué al lugar donde todo había pasado no pude evitar sonrojarme y ponerme caliente de nuevo al pensar en todo lo que habíamos hecho. Limpié y desinfecte profundamente toda la cocina. Hice todos mis deberes y me arreglé para salir, al final de todo fue un gran día, afortunadamente me dieron el empleo, obviamente no era un trabajo fijo y no cubría demasiadas horas, por lo que la paga no era mucha, pero si lo suficiente para mí.

Regresé a casa completamente feliz, ya era demasiada noche, aún continuaba perdiéndome en el transporte y con las calles todas enredadas y cruzadas, pero gracias al cielo siempre podía llegar a mi destino. Las luces de la casa estaba completamente apagadas, fue ahí cuando recordé que YiBo no estaría ahí esperándome, tampoco dormiría conmigo, ni me abrazaría, entré y me dispuse a cenar, desde que llegué no había comido sola ni un solo día. Me sentía vacía y triste, esperé durante toda la noche que el amor de mi vida llamara, pero eso nunca sucedió. 

Bittersweet Love [Wang YiBo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora