Relatos cortos ✔️

LA PINTURA EN LA PARED

Alejadas de las demás, en una sección especial se encontraba aquella pintura, tan sencilla o tan compleja. El artista que la había diseñado simplemente la había visto como una más. Una más de las tantas que ya había realizado antes.

Años, eso era lo que llevaba colgada allí, años dónde solo veía personas ir y venir. Y no, no era fea, simplemente no había llegado nadie que se detuviera a verla.

Un día pasó un niño, tan pequeño e inocente. ¿Qué sabría un pequeño sobre el arte? Sólo llegaba a distinguir algunas que otras formas, figuras y garabatos, tal como le expresó a su hermano.

Por allí pasaba una señora, al escuchar al niño se detuvo y suspiro, antes de marcharse soltó al aire: -Si mi Tom estuviese acá para apreciarte.

La pintura ya no sabía cómo sentirse, no sabía que pensar sobre ella misma. Por allí habían pasado muchas personas, gente muy joven y gente bastante mayor; pero ninguna solía apreciarla lo suficiente, quizás por eso no notó al desconocido que poco a poco se asomaba.

El desconocido la veía con un brillo particular en sus ojos, la veía tan lindo. Sonreía. Estaba casi saltando de la alegría. Alguien por primera vez había visto lo valiosa que era aquella pintura.

Cuando la pintura se dió cuenta de lo que sucedía a su alrededor hizo que sus colores se vieran más vivos que nunca, ella se sentía más viva que nunca. Por primera vez alguien la veía como la mejor. Por primera vez alguien se detenía a admirarla a ella. Alguien veía el arte que poseía.

Cada día en la tarde pasaba aquel desconocido a la galería de arte y se detenía a apreciar la pintura que por años fue ignorada. La pintura brillaba como nunca, ya tenía a alguien que iba a verle. Había llegado el pequeño artista que la admiraría siempre.

A veces me sentía así, como la pintura en la pared; pero luego de un tiempo entendí algo: algún día llegará alguien con ojos de artista y valorará lo que encontró a simple vista. Te verá como lo mejor de su vida, y ahí entenderás que todo el tiempo de espera valió la pena.