7 de octubre (Emma)

1.2K 191 159
                                    

DISCLAMER: Hola hola!!!! Con retraso y sin mucho disclamer, pero traigo actualización! 😊 Y, como hemos hablado por los comentarios, combinaremos Halloween con mi cumple para traer varias sorpresitas así que... Espero que estéis preparadxs y que las disfrutéis muchísimo! Esta noche mismo empezamos! 😏😏

Me callo y nos leemos!! 🥰

.

Es probable que esté rozando la esquizofrenia. Sí, muy probable. No descarto necesitar alguna sesión con Archie cuando salga de aquí. Salir de aquí... algo que me suena tan obvio y a la vez tan utópico... Saldré, estoy convencida, es un hecho. Pero no sé cómo. Y, sin embargo, siento que eso no me preocupa. Como si la salida estuviera cerca, de alguna forma latente, a punto de aparecer.

Pues eso, esquizofrénica.

Además de mis delirios de escapar de aquí, he cogido la costumbre de hablar con la gente. No, no he vuelto a tener alucinaciones ni Mickey ha regresado. Simplemente, contesto a todos los que me hablan. Y son muchos más de los que pensaba... Las enfermeras me dan los buenos días, Mary Margareth me pregunta cómo llegué hasta aquí o qué me parece su romance con David, y Henry... Henry me habla de todo.

Pero sin lugar a dudas, es la alcaldesa quien más conversación me da. Todo su monólogo es, en realidad, un diálogo. Y muchas veces hasta presupone las respuestas de forma correcta, como si, espeluznantemente, sí me estuviera escuchando.

Me he acostumbrado a esta rutina y posiblemente lo que me hace comportarme como una demente es lo que precisamente me ayuda a mantener la cabeza en su sitio.

Además, ¿Quién está más loca? ¿Yo, que al menos la escucho además de responder, o ella que habla sola?

"Te visite o no, esta será la última noche que duerma aquí. Avisada quedas." Así me saluda hoy. Siempre es original.

"No te lo crees ni tú"

"Sí, voy a preparar cualquier poción del sueño, alguna mezcla que funcione como una valeriana multiplicada por cien. Oh, ya me lo estoy imaginando... Un trago y a dormir tranquila, en mi cama, arropada y sobre un colchón."

"¿Seguro que esto te parece tan horrible...?"

"Teniendo que traerme una mantita y la almohada..." murmura con fastidio. "No te ofendas, apoyarme en tu cama tiene su aquel, pero si lo hago sobre mi cojín es más agradable"

"No, no me ofendo" sonrío divertida. "Pero no dejarás de venir"

"Encima estamos a finales de octubre, ya comienza a refrescar un poco, ¿sabes? Bueno, qué vas a saber... ¿Eres consciente de los días que transcurren? No, supongo que no, claro..."

"Los días sí... Pero nunca me había parado a pensar en las estaciones, el clima... Aquí dentro todo es una eterna noche de verano. Supongo que no puedo quejarme..."

"Aquí las cosas tampoco discurren mucho más rápido. De hecho, el tiempo vuelve casi a congelarse. El clima cambia, por supuesto, pero las vidas están dejando de avanzar."

"¿A qué te refieres?"

"No sabría explicarte exactamente cómo lo he averiguado pero es algo que siento. Dentro de poco dejarán de pensar en cumpleaños y aniversarios... No importa que las relaciones cambien, podría incluso haber algún matrimonio, ¿por qué no? Aunque me daría grima tener que presenciar y encima conducir la ceremonia... ¡Dios! Pero aunque eso ocurriera, pronto volveremos a detenernos... Los años no contarán, la escuela siempre tendrá los mismos alumnos y no hará falta ni celebrar elecciones. Eso tiene su lado bueno... no aparecen arrugas. ¿Ves? No todo son desventajas."

"Con sinceridad, creo que eres escalofriantemente positiva..."

"Y yo me pregunto, ¿es este mi final feliz? ¿Esto es todo a lo que puedo aspirar? ¿Tan descomunal maldición para una vida así? De acuerdo, tú ya no puedes detenerme pero ¿qué más tengo? No he cumplido mi venganza, no controlo el destino de mis estúpidos siervos y desde luego no soy feliz y como perdiz..."

"A veces perseguimos tanto algo que nos ofuscamos y dejamos de ser conscientes de lo que realmente queremos"

"Es cierto. No... este no es mi final de cuento. No soy feliz y lo que es peor, Storybrooke está volviendo a sonreír. Y a mí me da igual" Ya no está resignada, sino ofuscada, molesta, y es posible que sea con ella misma. Con nadie más. "Es aun peor... este no es el desenlace por el que di mi vida, todo se desploma y ¿yo qué hago? Venir a llorarte a ti..."

"Bueno, a mí no me importa, para nada" susurro hablando sin pensar. "Quiero decir, estoy encantada de oír tus penas, de comprobar que yo estoy aquí pero tú tampoco estás mucho mejor, claro..."

"No, esto no es lo que yo diseñé. Leroy ha logrado conquistar a la monjita. Ahora ella se ha salido de la orden, ya no duerme en el convento y están viviendo su propio Sonrisas y Lágrimas en el barco mugroso del enano. Y a todos les parece bien. Incluso van a cenar en parejita con David y Mary Margareth"

"Vale, tienes que reconocer que eso de lo raro que es tiene su gracia. ¿Puede haber una escena más rara?"

"Sólo tuve razón en una cosa, tú estás postrada en una cama y todos han seguido su vida. Pero me equivoqué, ninguno de ellos te ha olvidado y, aunque su existencia sigue detenida en el tiempo, sus vidas son cada día más completas, mejores, más cercanas a su final feliz." Escarba entre sus remordimientos, sus frustraciones y susurra resignada. "Menos yo"

"Ninguna historia feliz puede empezar con el sufrimiento de otros, no tiene sentido. Es pura ley kármica o algo de eso..."

"Yo estoy estancada, infeliz, atada a esta cama más que tú misma... viniendo cada noche para asegurarme de que no despiertas pero importándome cada vez menos si lo haces..."

La derrota que toma forma en cada una de estas frases me deja un nudo en la garganta. No es solo esa admisión, esa indirecta tan directa de que no importaría que me despertara, sino todo lo contrario. Es algo más. Es alguien que se encuentra fuera de lugar, con poco o nada a lo que agarrarse. Alguien cuya vida, rodeada de gente, en un mundo real, con familia y trabajo, se encuentra más vacía que mi propia existencia en un cuarto oscuro en un mundo alternativo. No importa si se me están licuando las neuronas, si estoy desarrollando el síndrome de Estocolmo o si realmente su sinceridad ha tocado con la mía y de alguna forma sé que estamos unidas por esta miseria. Lo único importante es que por un momento su pena es la mía y que daría lo que hiciese falta por animarla. Porque me escuchara. Que me hiciera caso y entendiera que no todo es tan negro.

"Si yo puedo tener esperanza, ¿cómo tú no?"

"Si abrieses los ojos, me agarraras del cuello, me zarandearas, me amenazaras por todas mis maldades y..."

¡DING DONG.... DING DONG...!

"¡Coño!" grito y del susto levanto los brazos como una loca.

Al otro lado de la maldición es Regina la que blasfema "¡Es la una y doce minutos, que alguien arregle ese maldito reloj! Joder, que susto..."

Me río al escucharla aún más sobresaltada que yo. "¿Bueno, por dónde íbamos?"

Continuará...

Diálogos de la Manzana (SWANQUEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora