Sólo Mírala © [Alone #2] ✔️

Ils font des erreurs | #6

Capítulo 6.

"Ils font des erreurs"

Moral of The Story ~ Ashe.

—Surprise pour toi.

   Johan y Alexis desarmaron a los inexpertos. Luego, los hicieron ponerse de rodillas, juntándolos en un solo lugar. Ethan trajo a Alex y lo arrojó al suelo con el resto, ordenándole ponerse de rodillas. Volteé, dejándole a Yves el trabajo duro y corrí hacia Mike. Me puse de cuclillas, tomando su rostro entre mis manos. Lydie y Marie examinaban su herida.

—¿Quién fue, Mike? —pregunté, enojada.

   Giré la cabeza para mirar a Lydie y que me informara sobre su herida.

—Es una cortada que necesitará puntos, también ha perdido mucha sangre —habló, relajada, intentando no alarmarme—. Con suerte, puede que no se haya infectado.

   Los ojos de Mike estaban cerrados, pero su rostro embozaba una sonrisa débil. Pedí a Ethan y Audrey que le llevaran al hospital junto con Jason. Cuando ellos se fueron y revisé que las niñas estuvieran en su cuarto, me detuve frente a los traidores que se hacían llamar mis amigos.

—Yo me pregunto, ¿hasta qué nivel de estupidez hay que llegar para meterse en su camino? —preguntó Yves burlonamente, señalándome.

   Toby ladeó la cabeza, preguntándose algo en su mente. La pregunta que pensaba Toby la dijo Alex.

—¿Y tú eres...?

   Yves hizo un gesto de sorpresa, dándose cuenta de su error.

—Claro, ¿dónde están mis modales? —Se adelantó un par de pasos, señalando a Alex con los ojos. Evy y Johan lo levantaron del suelo, poniéndolo de pie—. Yves Cass, hermano menor de Jason.

   Observé los rostros de los arrodillados cuando Yves le extendió su mano a Alex en forma de saludo. La sonrisa plasmada en la cara de Yves, me decía que iba a hacer algo muy malo. Esa sonrisa la ponía de niño cuando llegaba con el rifle de su padre y alguna que otra ave muerta.

Esa sonrisa la ponía cuando hacía travesuras.

   La confusión en el rostro de Alex y los demás era una hermosa obra de arte. En el momento que Alex tomó la mano de Yves, el chico procedió a hacer algo inesperado. Al menos para ellos. Torció la mano de Alex de cierta forma que le provocara bastante dolor pero no llegara a romperla. No gritó, sí soltó un gemido de dolor. Yves soltó al castaño, dejándolo caer de vuelta al suelo. Borró su sonrisa y mostró indiferencia.

—Claudie, tráela. —Señaló a Ness, observando asustada a Alex sin poder hacer nada.

   La rubia negó, negó muchas veces, casi llorando. Sus hermanas gritaron y, justo allí, comenzó el escándalo. Alex, aún con dolor en la mano, pedía por favor que no le hiciesen nada a la chica. Yves rió, mostrando sus blancos y perfectos dientes al mundo. Me crucé de brazos, tomando asiento en el sofá, observando la escena inexpresiva.

—¿Sabías que las manos son lo que más me llama la atención de una mujer? —preguntó Yves con un tono atemorizante—. Las tuyas me gustan mucho y me encantaría llevármelas en una caja.

   Yves les ordenó a Claudie y Johan que extendieran las manos de Ness frente a él. La rubia lloraba y lloraba. Sus hermanas gritaban, Alex gritaba, todos gritaban.