𝐂𝐚𝐩 𝟏: Rompiendo reglas

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Kristen

En cinco...cuatro...tres...dos...uno y, la chica que observaba por fin cabeceó haciendo que el joven chico de cabello ondulado dejara de hablar, desde mi mesa pude notar como un color rosado pintaba sus mejillas mientras se disculpaba avergonzada.

Llevaba varios minutos observando aquella pareja que se encontraba a tres mesas de la mía, no se necesitaba ser una gran observadora para notar que aquel chico solo hablaba de él y ella no podía hacer otra cosa que aburrirse, si aquellos dos eran pareja era más que obvio que estaban en un punto muerto y si por el bien de ambos se estaban conociendo era mejor que lo dejarán de hacer.

Desde un punto más razonable como el mío diría que las citas son una perdida de tiempo, porque te enfocas demasiado en tratar de conectar y conocer a otra persona, cuando la mayoría de las veces no te conoces ni conectas contigo.

-Y tú qué opinas Kristen - mi mirada se dirigió a Maddie que me miraba escéptica, sabiendo que estaba en todos lados menos en esta mesa.

-...Si

-¿Si? - cuestionó Andrew.

-¿No? - respondí dudosa mientras mi mirada se dirigía a Henry que no podía contener su sonrisa.

Esta noche había optado por salir de mi madriguera cómo suele llamar Maddie a mí departamento, porque me vi obligada a una salida con amigos, obviamente no es que me moleste o que lo odie, son una de las pocas personas que adoro de verdad, pero siempre que salía con ellos yo era como la tercera persona que no debería estar.

Maddie venía acompañada de Oliver su novio, un chico demasiado atento, responsable y paciente, todo lo contrario a ella, mientras que Andrew venía con su pareja Henry, a quien amaba y se había vuelto un gran amigo, pero el hecho de que todos vinieran con sus pareja y luego quedaba yo siempre me hacía sentir que no pertenecía al momento, era como el mal tercio de cada uno.

Tampoco es como que para encajar en estas salidas busque tener una cita o una pareja de todo es lo que menos deseo, pero sí por lo menos ya no tener salidas a restaurantes donde se siente que no pertenezco.

-Te había preguntado que qué opinas del restaurante que elegí - Maddie volvió a captar mi atención, a su vez que me incluía en la conversación.

Voltee a ver a mi alrededor y ciertamente he de decir que Maddie tiene un gusto espectacular en elegir lugares para salidas, desde cafeterías, antros hasta restaurantes.

El lugar era digno de una foto para redes sociales y puntuación de cinco estrellas, conservaba ese ambiente íntimo, hogareño pero con toques vintage que lo hacían ver elegante.

-Sinceramente me encanta, tienes un gran gusto - sonreí para después tomar un poco de mi copa.

-Siento que la anterior idea de Andrew es muy buena, porque no salimos todos de viaje - Henry se inclino hacia adelante para comenzar un nuevo tema de conversación.

No es cómo que no me interesará pero siempre que tratábamos de ponernos todos de acuerdo se desataba el caos y nadie estaba conforme o simplemente los horarios no coincidían, así que prefería que ellos lo dialogaran para que al final sea Andrew el que coordine todo, ya que la última vez que yo coordine un viaje a Italia, Maddie y yo terminamos presas.

Cuando llegó un punto en el que ya no sabía cómo continuar en esa mesa sin sentirme extraña, me retiré al baño, aunque una sensación de como si alguien me estuviera observando apenas puse un pie fuera de la mesa se instaló en mí.

Cuando llegue a los sanitarios de damas, me fui directo al espejo para retocar mi maquillaje, observé por el espejo como una chica salía de un cubículo para después lavarse las manos y retirarse.

Justo cuando aquella chica salió entro otra de una cabellera rubia cobrizo, demasiado hermosa, casi podía jurar que se dedicaba al mundo del modelaje, no solo por su belleza sino también por su caminar.

En lugar de dirigirse a un cubículo como esperaba, también se posicionó enfrente del espejo, haciendo que nuestras miradas chocarán volviendo un poco incómodo el momento.

-Me costo un poco de trabajo reconocerte - mire a todos lados para ver si le hablaba a alguien más o tal vez estaba hablando por teléfono y no me había dado cuenta - pero la descripción de cabello negro y labios rojos creo que fue acertada - sonreí al no saber cómo reaccionar, tal vez debería de decirle que me estaba confundiendo -. Esto no suele ocurrir pero al parecer por ser tú, hay solo una excepción.

-Y-yo...- mis palabras quedaron en el aire al observar cómo deslizaba hacia mí dirección una tarjeta negra.

-No la vuelvas a perder, y es de más recordar las reglas: 1.No conoces a nadie y nadie te conoce a ti, 2. Jamás desarrollar algún tipo de vínculo, 3. No hablar de esto con nadie y 4. Siempre lleva tu antifaz - sonrió al espejo, mientras se acomodaba su bolso en el hombro -, cuídate linda y no faltes mañana.

Sin nada más que decir salió tan rápido como llego, observe a todo mi alrededor antes de tomar la tarjeta entre mis manos y observarla. Con letras plateadas venía un link en la parte inferior, mientras que en el centro venía una dirección, voltee la tarjeta tratando de ver alguna otra cosa más, pero no, era todo.

Lo más razonable era salir y buscar a aquella chica para decirle que se había equivocado y me estaba confundiendo.

Si, era lo más razonable

Pero si lo era, ¿porque estaba dudando?, alguna punzada en mí me decía que aún no era momento de reconocer el error, todavía no era el momento adecuado para salir y regresar está tarjeta.

Salí del baño como si nada hubiera pasado mientras que en mi bolso se encontraba dicha tarjeta negra, cuando llegue a la mesa con mis amigos, continúe tratando de hablar con ellos y convivir, pero simplemente mi mente no dejaba de repetir una y otra vez la situación del baño.

Cuando estuve de regreso a mí departamento, en lugar de ir a darme una ducha y quedarme profundamente dormida, fui por mi laptop a mi recámara para entrar al link y poder investigar.

A pesar de que era consciente de que esto estaba mal desde el momento en que no reconocí el error porque me confundieron, no se sentía así, sentía que esto era lo correcto y que por algo había pasado o tal vez estaba tratando de no sentirme culpable por mis acciones.

Una vez inserte al link, me llevo directo a una página privada, lo primero que leí fue el nombre de uno de los hoteles más prestigiosos de Nueva York, no cualquiera asistía ahí, solo gente de "elite" con gran estatus social. Su prestigio era impecable lo cual me sorprendió al leer que era el punto principal de aquellas fiestas privadas.

Al inicio venían algunas de las principales reglas:

1. Nunca dirás tu identidad.

2. Jamás te involucrarás con nadie del club (sentimentalmente)

3. Se debe respetar la etiqueta de las fiestas, al igual que la temática.

4. Nadie debe saber la existencia de estás fiestas a menos que seas parte del club.

5. Solo pertenecen personas de un estatus social elevado.

6. Una vez conozcas la identidad de uno de los miembros, jamás involucrarte con él.

7. Siempre llevar contigo un antifaz, en ningún momento debe ser retirado.

En la parte inferior venía la fecha y hora de la siguiente fiesta, la cual era mañana. Esta obvio que si iba rompería varias de las reglas, pero porque justamente cuando sabes que algo está mal, más ganas de corromper las reglas te tienta.














































☾ ¡I'm back!, Sinceramente no sé si aún haya personas que estén al pendiente de mis historias que desaparezco cada dos segundos pero si sí prometo ya no desaparecer.

Juro que está nueva versión porque si es ¡nueva! Viene uffff

Así que si de su agrado dejenlo en los comentarios, al igual que si la recomiendan se los agradecería demasiado, ¡les amooo!

𝐒𝐢𝐧 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora