Aoinosuke 》mini comics 《

Manos inquietas.

En un complejo de apartamentos, en uno de los cuartos salía el joven de diecinueve años de edad Inosuke Hashibira después de darse una ducha luego de un largo día entrenando basketball con sus demás amigos, tenía una toalla amarrada a la cintura mientras que con otra se secaba el pelo.

Miro hacia donde estaba su cama y allí recostada con una blusa blanca y un short corto, pelo suelto y con su teléfono estaba su novia Aoi Kanzaki con quien compartía apartamento desde hace dos años.

Era una noche en donde hacia calor y el short negro de su novia daba una hermosa vista de sus largas piernas pálidas aparte de resaltaba su hermoso trasero al cual no le había quitado los ojos de encima. Como si no pudiese controlar los movimientos de su cuerpo movió una de sus manos hasta apoyarla en uno de su glúteos y apretarlo.

-¿¡Aah?!- ella se sonrojo de inmediato y levanto un poco su cuerpo para girarse pero él fue más rápido y se subió sobre ella pegando su torso desnudo a la espalda de ella- ¿¡I-inosuke?!-

-¿Que pasa?- le susurro al oído mientras volvía a bajar su mano hacia su precioso trasero- sólo te estoy haciendo un pequeño masaje-

-Mmm...- ella se sonrojo nuevamente al sentir no sólo la mano de su novio sobre su trasero sino también su cuerpo fornido y aun húmedo sobre ella- I-ino...¡¡Aaahh!!-

Soltó un gemido cuando lo sintió acariciar su intimidad por sobre la tela de su short antes de meter su mano bajo este y empezar a bajarselo dejándola con sus bragas rosas expuestas.

-¿Sabes...? Estoy cansado por el entrenamiento de hoy pero...de repente tengo energías- dijo dando una bofetada al trasero de ella sobresaltandola-

-¡¡AAHH!!- se sonrojo hasta las orejas y volteo a verlo encontrandolo a pocos centímetros de su cara-

Él no perdió tiempo en lanzarse a besarla mientras la sostenía de la cintura e iba subiendo sus manos sobre la tela de la blusa que ella llevaba puesta que era de él. No tardo en llegar a sus senos los cuales empezó a apretar y masajear arrancando varios suspiros por parte de ella en el beso, la sentía en una posición incomoda para poder atenderla bien así que la dio vuelta del todo quitándole de paso la remera blanca llevándose la sorpresa de que su novia no traía sostén alguno y ella de inmediato cubrió sus senos sonrojada.

Él sonrió mientras se quitaba la toalla que traía amarrada a la cintura lanzandola lejos de la cama.

-Es hora de mi entrenamiento favorito- dijo deslizando una de sus manos por el muslo de ella-