capítulo XII

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Chuuya quien ya era un lindo e inocente gato, vio entrar a Dazai quién solo había fingido irse para pasar la noche junto al gato a quien apapacho toda la noche quedándose dormido, olvidando que tenía que irse antes del amanecer.

El pelirrojo despertó encontrándose entre los brazos de Dazai, se exaltó tanto que logró despertarlo aún incrédulo de la situación.

- ¿Qué haces aquí maldito bastardo? ¡Largate ahora mismo!-

- Tranquilo Chuuya, no es lo que parece - Dazai intento buscar una excusa para el error de haberse quedado dormido al lado de Chuuya -Vine para verificar que la cola se haya ido- respondió nervioso.

Chuuya había estado bajo los efectos del alcohol y no entendía lo que estaba sucediendo, el dolor de cabeza debido a la resaca no lo ayudaba en nada.

- ¿A qué idiotez te refieres? Explicate ahora mismo-

Dazai recordó que Chuuya estaba ebrio cuando sucedió el problema por lo que en vez de decirle la verdad, le dijo una mentira que esperaba que se creyera.

- E.. Esto, fue una recompensa por tu arduo trabajo intentando deshacerte de eso, así que decidí que se te quitaría la cola -

-Así que es eso eh... Pues gracias, supongo- estaba un poco confundido por lo que sucedía, pero no le quizo dar más vueltas al asunto.

En la agencia, Mori llamó a Chuuya para algo que según el, era sumamente importante para la carrera del pelirrojo, era un viaje al extranjero para modelar prendas de una diseñadora de modas amateur que se había vuelto muy popular en España.

No sabía si alegrarse o preocuparse, era verdaderamente una gran oportunidad para su carrera pero la ansiedad podría apoderarse de él y no estarían ni Kouyou ni Akutagawa para tranquilizarlo.

Posiblemente Ranpo estaría cerca, entre más interesante encuentre algún caso más empeño le pondrá y que mejor que probar en otro país o incluso podría tener una oferta para modelar en alguna pasarela de la ciudad, su aspecto atraía a muchos pero su actitud hacía que se distanciara de la mayoría de las personas.

Empacando las cosas necesarias para un par de meses  fuera, la visita inesperada pero ya frecuente de Dazai se hizo presente.

- Chuuya... ¿Te vas a mudar?-

- Quisiera mudarme para estar lo más lejos de ti posible, pero para mí desgracia no voy a mudarme; me voy a un viaje del trabajo.-

-¿Me vas a dejar solo?- Dazai hizo un puchero esperando que le dijera que no, el intento fallido de mirada triste no había ayudado en lo más mínimo.

- No es como si me importara si te quedas solo o no, lo tienes bien merecido. Me voy a España unos meses, así que no se te ocurra hacerme alguna estupidez-

- No puedes irte Chuuya-

-¿Qué? Claro que puedo, nadie puede prohibirme nada, tu no eres quien para darme ordenes-

Las palabras de Chuuya resonaron en el Interior de Dazai, era cierto, no podía prohibirle nada por muy peligroso que fuera. Incluso si intentará sobornarlo con hacerle algo más, solo se sentiría más culpable por obligarlo a estar a su lado.

El sol que entraba por el gran ventanal del departamento reflejaba en el rostro de Chuuya, su sedoso cabello parecía un amanecer rojizo inimaginable acompañado de los hermosos orbes azules tan penetrantes que podrían perderse en su mirada creo una imagen inimaginable que Dazai guardo en el fondo de su ser. Era un espectáculo único que no quería que terminara hasta que Chuuya repentinamente lo corrió del departamento.

- Largate ya Dazai!!, Tengo que ver a Ranpo y no puede ver a un vago como tú en mi departamento -

- De nuevo con Ranpo, ese cretino no tiene interés en quién está en el departamento, el solo se interesa en sí mismo y en esos asquerosos dulces-

- No hables así de Ranpo, el es mucho mejor que tú, el no haría cosas que perjudicarán a los demás -

- ¿Lo defiendes mucho no crees?-

- Es mi pareja, y no voy a permitir que sigas hablando así de el así que largate en este instante -

- Te vas a arrepentir de lo que dices Chuuya, te lo aseguro...- Dazai azotó la puerta dejando a un Chuuya con la sangre hirviendo de coraje por haberlo conocido.

Una semana después, Chuuya se encontraba en Cataluña reuniéndose con los camarógrafos para la sesión; Ranpo se había quedado en Italia y al parecer no había ningún inconveniente para que siguiera con su trabajo. Pero se sentía extraño, quizá porque casi diario peleaba con el desperdicio de vendas que es Dazai para que saliera de su departamento, además de que por las noches sintiera como si algo le faltase, como si el pequeño gato en el que se convertía se hubiera acostumbrado a pasar tiempo con alguien pero no podía identificar quién o qué le daban esa sensación.

En España pudo tomarse un descanso para si mismo, seguido hablaba con Kouyou para saber cómo iban las cosas en la agencia y si Dazai no había echo nada extraño mientras no estaba. Kouyou solo le contó de las arañas que Dazai tenía intentando suicidarse, como una de las estrategias más conocidas que era tirarse de los canales de Venecia.

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Holi, aquí la autora p3ndja.
Lo prometido es deuda, aunque bien retrasada, solo falta un capítulo para terminar con los que debía.

A quien logré adivinar que le sucede a Chuuya en España le dedicó un capítulo 7w7

Dulces sueños ♥️

Cariño... No eres indispensable SoukokuWhere stories live. Discover now