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Al siguiente día, partieron desde antes del amanecer fuera del palacio real. La prueba nueva era algo un poco más entretenido para muchos, irían de cacería en uno de los campos abiertos mas grandes del emperador en donde harían un campamento.

Todos iban a caballo y algunas personas importantes en carrozas . Habían parado después de algunas horas cansadas de viaje en un área verde y hermosa, habían algunos montes altos y a la distancia se podía ver una cascada, se habían parado a reposar cerca del río.

Las tensiones entre los candidatos seguían bastante fuertes, en especial entre el círculo del famoso Hwang Wook-Hee y los seguidores de Jung Yoon Oh. Muchos dirían que eran juegos y malentendidos entre jóvenes, pero habían algunas amenazas no muy amistosas.

Lee JaeNo había estado ganando atención entre los candidatos y algunos nobles, un joven del que misteriosamente jamás  se supo hasta aquel evento en donde sus habilidades eran peculiares, alguien interesante para muchos.

La atención jamás había sido de su gusto, en su residencia, su hermano mayor, Lee Tae Yong siempre había sido el acompañante de su padre, la cara del futuro de su casa. A su hermano menor, Lee Ji Sung, se le veía potencial en el área militar. Mientras que él, el segundo hijo, no sobresalía mucho en esas cosas, los artistas locales y algunos músicos lo reconocían por en ocasiones patrocinar sus actos, y por algunos campesinos al ayudarles en algunas cosas. La única persona que sabía sobre él en la capital era su querida.

El joven decidió apartarse del resto, eligiendo relajarse un poco y practicar su arquería. Se paró en un área entre los arboles, sacó una flecha y apuntó al centro del oscuro tronco. Lo único audible era el viento moviendo las hojas, el agua del río cercana y la cuerda tensa del arco. De pronto, comenzó a escuchar algo más, reconocía aquella canción, la sorpresa le hizo soltar la flecha. Agarró sus cosas y decidió ir a investigar.

Siguió el sonido de la música hasta llegar a escuchar la cascada a la cercanía. Removió unos arbustos, estaba al borde. Hacia en frente se veía la linda cascada y hacia abajo un lago con  el río  empezando. Volteó hacia su derecha, ahí había alguien tocando la cítara y cantando una canción popular de la región cercana a la capital. JaeNo ya había escuchado a su amada cantar aquella canción algunas veces.

Las notas tocadas no eran perfectas, la voz tampoco. La voz era demasiado seria para querer demostrar la emoción de la canción, ¿acaso reconocía el  significado de la letra?

Cuando la escuchaba a ella tocar y cantar la misma canción, JaeNo inmediatamente sentía escalofríos a la primera palabra. Al oír a esta persona, en cambio, le hacía querer entrecerrar los ojos al intentar no juzgar.  Su voz y sus habilidades con la cítara no eran malas, pero no eran perfectas. JaeNo observaba y escuchaba silenciosamente, en su mente corregía cada uno de los errores o cosas que mejoraría en aquel canto.

—La razón por la que estoy aquí en este mundo, aquellos que me recuerdan después de que me haya ido, por favor díganle a los demás que incluso me gustaban mis penas.—

Aquellas líneas no fueron detonadas como debían, esas eran las mas dolorosas, las que harían al resto compartir la tristeza. Pero no fue así. De pronto, se detuvo la voz y las cuerdas también en un instante.

—¿Me estás espiando?—

El hombre se volteó, revelando que era el quinto príncipe, JaeMin. JaeNo inmediatamente miró hacia el suelo y se arrodilló.

—Le pido perdón, su alteza.—

JaeMin no se levantó del suelo, seguía mirándolo detenidamente. Soltó un suspiro y preguntó:

𝟓 𝔇𝔞𝔶𝔰 ❈ 노민Where stories live. Discover now