❝As I'm laying on your chest
I'll be out here thinkin' 'bout it, boys just to guess
Some of them keep telling me I'm better than the rest
And I ain't tryna rush you, but goddamn, I'm a mess, mess, mess❞
«UN HOGAR NO ES UN EDIFICIO, NI UNA CALLE, NI...
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Klaus cerró los ojos y volvió a abrirlos, tenía ocho años otra vez y estaba en el mausoleo.
Él gritaba mientras los rostros de todos los fantasmas se inclinaban a centímetros del suyo. Ellos también gritaban. Klaus sentía que se ahogaba. Suplicaba a papá que lo dejara salir, pero la única respuesta que recibía era: 'Tres horas más'.
Gritó, arañó y se retorció, pero nadie escuchó. Apretó los puños hasta que hubo medialunas sangrantes en las palmas de sus manos.
¡Tres horas más, Número Cuatro!
No podía respirar.
No veía nada.
Los fantasmas gritaban.
¡Paren, ya!
Lo decían como si aquello fuera sencillo. Se estaba asfixiando
Escuchaba una voz en especial, la de su hermana. Su dulce Kate.
—Tienes que resistir Klaus, ¿Me escuchas? —le decía Ben a su lado—. Nuestros hermanos los encontrarán. Los salvarán a ti y a Ekaterina.
Klaus soltó una risa sin emoción, llevaba horas diciendole eso pero él sabía que no iban a venir. Y si venían era por Kate, Klaus es la decepción, el inútil, el drogadicto. Se lo dijo a los captores antes: 'Ni siquiera notarán que me fui, secuestraron al tipo equivocado'
Aparte, todo el cuerpo le dolía. Arde.
La abstinencia lo estaba matando.
—¡Klaus!¡Para, por favor! —gritaba Ekaterina al otro lado de la puerta, ella estaba llena de sangre y tenía un gran corte en su mejilla que iba a dejar cicatriz—. ¡Calma tu mente!
Tenía que hacerlo, Kate escuchaba todo lo que Klaus pensaba y dolía. Mierda, vaya que dolía.
—Oye, ¿Recuerdas el día que le hicimos una broma a Luther junto a Kate? —comenzó a hablar Ben tratando de calmar su mente como Cero se lo dijo. Klaus dejó salir una risa ahogada, ya que no tenía fuerza para nada—. Esa vez que Kate controló su mente, teníamos diez. Papá se enteró y antes que hicieramos algo peor tú saliste y dijiste que fue tu idea y te obligó a pelear con él la siguiente semana. Recuerdo que te lanzó al suelo de un simple golpe, vaya que no calculó su fuerza. Pensábamos que te ibas a enojar con él pero no lo hiciste, te echaste a reír y le diste la mano. Lo elogiaste, Klaus. Y fue ahí que Kate y yo nos dimos cuenta de algo. Nadie podía derribarte, porque tu eras más fuerte. Eres fuerte, Cuatro. Saldrás de esta, ambos lo harán.
Ekaterina se quedó callada, ya que al ver los pensamientos de Klaus estaba Ben. Estaba ahí con él.
Dentro del armario con él.
Ekaterina entra en la cabeza de él, ella sentía que no podía respirar.
