Capitulo 72

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-Entonces, ¿Qué? ¿Puede terminar un contrato, así como si nada? – preguntó mi amiga desde el sillón

Alcé la mirada para mirarla. Estaba concentrada en sus uñas mientras movía la lima de un lado a otro.

-No lo sé, no creo

Me tomé un segundo para respirar y continuar metiendo mil cosas que quería llevar para prepararme para la gala. Abraham se iba a encargar de buscarme y presentarme a los encargados de arreglarme. Por supuesto, no iba a luchar sola con el vestido.

-Leí que Zayn tuvo que pagar diez millones de dólares para poder romper su contrato con One Direction, ¿Jorge gastaría una fortuna para despegarse de Ana?

Créeme lo haría.

Aunque era una locura. Gastar un montón de dinero para desvincularse de él. Me había puesto incómoda, solamente porque tenía claro que él era capaz de pagarle a quien sea una fortuna para romper su contrato. Otra vez, problemas. Ya no vinculares. Sino económicos. Y por mi culpa.

-Ya está, no pienses en eso ahora – me obligó poniéndose de pie. Me llevé ambas manos a mi rostro para refregarlo nerviosa. Fernanda me agarró de los hombros para sacudirme levemente -. ¡Tú primera entrega de premios, amiga! No quiero que otra cosa pase por tu cabeza en las próximas horas – advirtió con un dedo levantado y asentí sonriente.

Mi celular empezó a vibrar sobre la mesa y las dos nos miramos expectantes. Le di un interminable abrazo, y, luego de prometerle que iba a enviarle fotos de cada cosa que me llamara la atención, partí hacia la planta baja para encontrarme con Abraham.

El viaje fue divertido y nostálgico. Pasar tiempo a solas con él me recordaba a los viejos tiempos. Siempre era bueno tenerlo cerca. Desde que se había mudado acá me sentí un poco más resguardada. Al menos tenía hacia quien correr ante cualquier circunstancia.

Observé el GPS del auto y supe que estábamos por llegar. La tensión me invadió enseguida. Tomé mi celular para teclear lo más rápido que pude.

Estoy llegando, ¿necesitas algo?

Reí en voz baja. ¿Qué iba a decirme? "Sí, estoy como loco porque olvide mi labial preferido"

Nada, solo a ti.

Sonreí. Lo bloquee y, justo cuando iba a guardarlo, volvió a vibrar.

Bueno, quizás unas Pringles y una cerveza. El servicio a la habitación apesta.

Me mordí el labio divertida mientras le pedía a Abraham que, por favor, paráramos en un algún lugar para consentir los deseos de la celebridad. No hizo más que sonreír al escucharme y se lo agradecí. Cristina seguramente me regañaría por estar hablando tan confianzudamente con él fuera de las cámaras.

Pocos minutos después estaba entrando al hotel más lujosos que había visto en mi vida. Observe a lo lejos como los fotógrafos descansaban en la puerta. Todas las celebridades iban a salir o entrar por ahí tarde o temprano.

Jorge tenía razón. El anfiteatro solo estaba a pocos metros y casi se podía ver la alfombra roja desde allí.

Tragué saliva mientras observaba a Abraham hablar con el tipo de la recepción. Se acerco a mí con una sonrisa y me guio hacia el ascensor. Sí la habitación del hotel era más grande que mi departamento. No Jorge no estaba ahí, aunque sí sus cosas.

Solté un suspiro. No hacía mucho que nos habíamos visto pero realmente esperaba verlo cuando llegara. Su agenda estaba llena de las entrevistas y eso apestaba.

Abraham se retiro luego de presentarme a Tyler, un estilista estadounidense que no sabía una palabra en español y se había limitado a no hablarme. No me estaba ayudando mucho con el aburrimiento. Acordamos en pocas frases lo que haría con mi pelo y luego comenzó a maquillarme. Después de unos minutos apareció en la habitación una mujer. Cuantos más fuésemos para luchar con el vestido, mejor.

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