Madre e hija, parte 1: Llegada

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Después de todo lo vivido con Paola y Beca en Tijuana, regrese a casa, la verdad todo volvió a la normalidad, mis clases, volví a entrenar Kick Boxing, regrese a jugar fútbol y videojuegos con mis amigos, etc. Pero la verdad yo ya no fui el mismo, empecé a ver mucho más contenido de gigantas en internet, soñaba con Paola y Beca, con su pies, con verlas gigantescas con estar en sus manos, encontré muchos grupos de esclavos y amas en facebook de hecho empecé a seguir a muchas dominas y la verdad moría de ganas de juntar dinero para poder ser esclavo de alguna de ellas, no lo hice solo porque sabía que ninguna era Paola o Beca, porque sabía que ninguna me iba a encoger y dudaba que me usarán como juguete para satisfacerse como lo hicieron mis 2 Diosas.

Por otro lado, más de una año después de haber terminado, mi exnovia, que curiosamente también se llama Paola, empezó a buscarme aún más, ella sabia sobre mi gusto por los pies, y si se lo preguntan, no, ella no ha sido mi ama, jamás he besado sus pies ni nada remotamente parecido, de hecho terminamos cuando se enteró sobre mi gusto y me causo muchos problemas al divulgarlo en toda la secundaria, aunque lo bueno de eso fue que conocí a la doctora Karla, quien fue mi segunda ama. Cómo les decía Paola (mi ex) comenzó a buscarme más, después me enteré que lo hacía porque en el último año y medio, después de terminar conmigo, no le había ido realmente bien en lo que concierne a parejas, y bueno nosotros estuvimos juntos más de un año y modestia a parte la trataba como reina, y quería hacerlo literalmente cuando ella me dejó, y ahora quería usar mis gustos para regresar conmigo, a su favor debo decir que además de ser hermosa, nunca divulgó lo de mis gustos en la preparatoria, al menos no con mucha gente, ya hablaré de eso después.

Pues bien, unos meses después de regresar de Tijuana, estuve muy cerca de volver con Paola, aquel fue un día interesante, me la encontré "por casualidad" en la escuela, la verdad ella me estaba esperando, bueno se acercó a mi y me saludó

- Hola Ram - dijo Paola - cómo estás?

- Hola... - respondí algo extrañando, había mejorado nuestra relación desde que terminamos pero realmente no era una de mis personas favoritas en ese momento - ... Bien... Supongo... Y tú?

- Bien también gracias - dijo ella - oye podemos hablar

- Claro.

Me llevo a las canchas de la escuela, en una orilla de hecho, poco transitada en la que podríamos hablar sin ser interrumpidos

- Escucha, - comenzo - la verdad te he extrañado bastante, eres muy lindo y bueno me gustaría tener otra oportunidad.

- En verdad? - Dije - Tu me dejaste lo olvidas?

- Lo sé, es solo que... Me equivoqué si, y por eso te pido una nueva oportunidad, por favor.

- No lo sé, la verdad lo que hiciste después me terminó perjudicando mucho - la verdad no tanto, pero eso es algo que ella no debe saber jejeje

- Con respecto a eso, lo siento, y bueno, hablando del tema, ¿te das cuenta que de nuevo yo soy la única que conoce tu secreto?

- Ahora me vas a chantajear

- No, en lo absoluto, solo quiero decir que a pesar de saberlo quiero estar contigo, y bueno.... - parecía nerviosa un tanto avergonzada de hecho - podría dejarte

- Podrías dejarme que? Besar tus pies?

- Si... Y bueno... No solo eso - la ví algo extrañando - la verdad un tiempo después de separamos me puse a ver algunos vídeos sobre ese tema, sobre tu fetiche...

- Y?...

- Y admito que me gustó.

- Qué? Me estás tomando el pelo verdad?

El Diario de RamsésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora