Hosadama *Namjin*

09

—Deberíamos interponer una denuncia—dijo ChanYeol después de beber un sorbo de su café—. Se supone que somos los adultos responsables. El muchacho está desaparecido.

SeokJin asintió. —Mañana tendremos que hacerlo, me preocupa Namjoon.

—Al menos dejo de llorar—suspiró asintiendo. 

—No puedo creer que alguien sea capaz de dañar a sus hijos de esa manera.

—Hay personas que nunca debieron ser padres, esa es la triste realidad que enfrenta un mundo enfermo, al menos no los mató, sólo hay que encontrar al otro chico y dejar que la justicia haga lo suyo.

SeokJin asintió con aire ausente. —Gracias por ayudar, sé que piensas que está mal, pero no voy a dejarlo solo.

—Tienes un gran problema Jin, tu corazón es demasiado grande—sonrió enternecido—. Sabes que haría todo por ti, eso no está en duda.

SeokJin tragó en seco, había pasado un tiempo desde la última vez que vio a ChanYeol, ambos tenían una conversación pendiente y pensaba que era el momento indicado para hacerlo, ya que se encontraban a solas, Baekhyun se había ido a dormir con los niños y Namjoon hacia lo mismo en su habitación.  Le miró con nerviosismo antes de suspirar.

—Sobre lo que hablamos antes de que te fueras...

—No, Jin, no me rechaces—suspiró—. Te dije sobre mis sentimientos no por qué quería una respuesta, sino porque necesitaba decirlo en voz alta, entiendo que no estés listo o incluso que no te guste, no quiero poner presión en ti, yo estoy dispuesto a recibir cualquier cosa que tu quieras darme, si es una amistad, entonces seré el mejor amigo que puedas tener.

Jin sonrió ligeramente, había estado nervioso de su respuesta, una que no esperaba, pero que sin duda llenaba su interior de calma, sin embargo, se sentía con la responsabilidad de darle una justificación a su rechazo, porque no quería que las cosas se malinterpretaran entre ambos. ChanYeol era un hombre maravilloso, un buen amigo que había estado ahí cuando más lo necesitaba, una grata compañía que no hubiese podido pedir, era quien estaba presente para cuidarlo y apoyarlo en todas sus decisiones, por más extrañas o arriesgadas que parecieran.

—Han pasado ya tres años—suspiró mirando la taza de su café casi terminado—. Sé que no me estas pidiendo una explicación, pero quiero dártela, cuando sucedió aquello sólo tenía en mente una cosa, no me estoy arruinando sólo yo, llevo una enorme responsabilidad en los hombros, no quiero adentrar en la vida de mis hijos a una persona aún, no estoy listo, quiero asegurarme de que las cosas pueden salir bien, de lo contrario no seré el único sufriendo, debo ser cauteloso. ¿Lo entiendes?

—Lo hago—asintió ChanYeol—. Es por eso que reitero mi opinión sobre ti y aseguro que no sólo eres buen trabajador y persona, sino también uno de los mejores padres, puede que no te sientas así, pero estás haciendo mucho por ellos. No te preocupes, que mi sentimiento hacia ti no han cambiado, si es necesario esperaré, porque vales toda la pena del mundo SeokJin.

—Gracias—le sonrió amablemente.

Para SeokJin, las relaciones amorosas lo habían llevado a un fozo donde el dolor no era su único pago, había confiado de manera ciega en personas que le hicieron mucho daño, si no hubiese sido por sus hijos, posiblemente se habría tirado a morir, ahora cualquier acercamiento romántico le daba pavor, su mayor miedo era volver a equivocarse y con ello lastimar a quienes más amaba.

—¿Mañana irás a la escuela? —preguntó ChanYeol al cabo de unos minutos de silencio.

—Me resportaré enfermo, por lo menos mientras vemos lo de la denuncia. Baek dijo que mañana tiene que hacer un examen, pero que la semana está libre para quedarse con los niños, no los llevaré a la guardería, se me haría imposible recogerlos, así que mañana se quedarán conmigo.