Flame (Sokka x tú)

🍃La calma tras la tormenta 🍃

⚠️ADVERTENCIA⚠️

Este capitulo puede herir la sensibilidad de algunos, se verán temas como la tortura. 🚫

Narras tú:

Me despierto en un lugar oscuro, húmedo y que solo es iluminado por una simple vela en la pared; desorientada intento levantarme, pero grandes grilletes me lo impiden, me han tapado todas las manos con bloques de roca que van unidos a una gruesa cadena de hierro, al igual que mis tobillos.

No han escatimado en nada, son previsores los hijos de puta.

La puerta de hierro se abre dejando ver a uno de los hombres que sirve a quien decide engañar a todo su pueblo; se me acerca para luego agacharse y ponerse a mi altura.

- Es una lastima que seas de la nación del fuego, eres guapa. – dice elevándome el mentón con sus dedos –

- ¡No me toques! – le grito apartando la cara e intentando morderle –

- Wow vaya fierecilla. – se ríe apartando la mano – ¿Por qué no eres más amable? Así podría conseguir que salieras antes de aquí. – dice pasando la yema de sus dedos por mis caderas –

Me revuelvo intentando apartarlo, pero atada no puedo hacer mucho. Siento como me arden los pulmones, las nauseas y la repulsión se instalan en mi garganta y estomago y cada parte que toca hace que me retuerza de asco.

- Dime, ¿tienes muchas ganas de volver con ese chico de la coleta? – me susurra al oído –

Me paralizo al instante e intento mantenerme lo más serena posible, no puedo dejar que vea que me afecta, si dejo que vea mis puntos débiles sabrá como manejarme.

- ¿Nada? ¿no dices nada?

Su expresión divertida cambia a una seria llena de reproche, sus ojos representan claramente el aburrimiento y la maldad.

Alza la mano y me abofetea sin cambiar la expresión de su rostro, la mía tampoco cambia, intento mantenerme impasible.

- ¿Ni con esas? ¿acaso quieres que me ponga más agresivo? ¿te va ese rollo? – me pregunta agarrándome del cuello con fuerza –

Empiezo a respiras con dificultad y frunzo el ceño agobiada, mientras aprieto los dientes para no gritas, no voy a suplicar.

- Eso es hazte la difícil, será mucho más divertido ¡cuando grites!

Agarra mi cabello con fuerza y sumerge mi rostro en el agua bajo mis muslos, estoy de rodillas y encadenada, no puedo hacer nada para liberarme, seguramente lo han hecho para que no pueda usar mi control del fuego.

Los pulmones me arden y la garganta se me cierra dolorosamente, mientras escucho su risa que resuena en la estancia vacía y como mi cabello se tensa con fuerza al alzar mi cabeza para dejarme respirar y luego volver a hundirme.

No sé cuanto tiempo pasa hasta que deja que respire con normalidad, y aun así me tiene aun cogida por el pelo echando mi cabeza hacia atrás para observarme de cerca.

Me siento mareada, apenas puedo ver bien la expresión de este hijo de puta que se excita torturándome.

La puerta vuelve a abrirse y otro hombre entra, no parece sorprenderle lo que está viendo, solo molesto.

- Ya sabes que al jefe no le va a gustar esto, esta chica pertenece al grupo del avatar, no queremos problemas con él, será mejor que la dejes en paz, de todas formas, hay que devolverla pronto. – le reprocha cruzándose de brazos y apoyándose en la pared –

- ¿Ni siquiera un poquito? – le sonríe con malicia – Se que te gusta eso de la tortura, ¿Por qué no usas tu látigo?

- ¿Qué?