The Duties Of Royalty ®

Parte 58

Jacques sabía a la perfección lo que había pasado antes, era inconsecuente que un niño de aproximadamente once años–en ese entonces– se enterase tan detalladamente de lo que pasó. Si fue un poco desagradable despedirme de él luego de tenerlo cerca más de una semana.

El helicóptero dónde tuvimos que viajar esta vez ya había aterrizado hace unos minutos, Charles no mintió cuándo dijo que este no era un viaje de negocios, mucho menos oficial, ya que solamente nos esperaba personal de seguridad que siempre nos acompañaba, gerente y personal del Hotel Shelbourne, uno de los más conocidos en Dublín.

—Es un placer tenerlos acá, su alteza— se dirigieron a Charles.

—Tanto tiempo — expresó un hombre seguramente cercano a la edad de Charles, sentía que ya lo había visto antes— ¡Eleanor!

Puse un rostro amable pero haciendo notar que no lo recordaba.

—Temo que tendré que presentarme, otra vez.

Todo se vió con más claridad, era primo lejano de Charles, la primera y última vez que los ví fue exactamente el día que llegué a Buckingham por primera vez. Su nombre era Fredy o George.

— Frederick Walsh.

Frederick.

—¡Claro! Lo lamento, he conocido demasiadas personas estos últimos meses.

—Lo imagino.

Charles sonrió y posó su mano en mi cintura, empezamos a andar dentro del hotel, el helipuerto ya no era agradable, la temperatura era más baja.

—Podrías ponerte el abrigo.

—No es necesario— respondí.

Charles me dió una cara y noté que no estaba muy convencido, pero seguimos andando.

—¿El tiene un hermano, cierto?—pregunté cuándo ví que George se alejó un poco.

Charles bajó la cabeza.

—Sí— susurró— George.

—¿Todo está bien? ¿Todo está bien con él?

Charles asintió; —Por ahora.

Arrugué las cejas sin ser demasiado expresiva y seguí caminando, Charles tomó mi mano sin dejar de ver su camino.

—¿Dónde está?— preguntó cuándo Frederick volvió.

—En su casa— respondió serio.

—¿Casa?

—Ella no lo sabe, ¿Cierto?— cuestionó el castaño a Charles.

Charles negó.

¿Hablaban de mi?

—Creí que seguían acá— declaró Charles.

—A ellos más de cuatro meses en un hotel, no les agradó— Frederick vió su reloj— Tengo que irme, volveré en la noche. Espero que acepten venir.

Charles asintió.

—Un gusto volver a verte, Eleanor.