𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 ー hyunin.

⌗𝗰𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟬 ❜

Hyunjin

Las clases pasaron bastante rápido para mi gusto, cuando menos me dí cuenta, pasé de tener cálculo a las 7 a.m a tener filosofía a la 1 p.m.

En un par de minutos las clases terminarían y tendría que ir por Jeongin a su salón para irnos.

Cuando la campana sonó, mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a palpitar horriblemente, el miedo me estaba dominando, pero tenía que ser ahora.

Guardé mis cosas y salí de mi salón con dirección a la entrada donde se suponía que vería a Jeongin.

Mientras caminaba entre la multitud de gente, choqué con Changbin.

— Hyunjin, ¿a dónde vas? ¿Estás bien? Te ves algo pálido y estás sudando. — me preguntó mientras ponía una mano en mi frente.

— S-sí, estoy bien, necesito hacer algo, Binnie. — Changbin me miró extrañado. — Te lo contaré todo mañana, si todo sale mal... Necesitaré tu apoyo.

Changbin me miró aún más confundido y sólo asintió.

— No sé qué vayas a hacer, pero no hagas nada estúpido, por favor.

Yo solamente negué con la cabeza.

— Al contrario, Binnie... Estarás muy orgulloso. Confía en mí. — seguí caminando, alejándome de él.

— Suerte. — me gritó, yo le grité un “gracias” y seguí mi camino.

Necesitaba decirle todo lo que siento a Jeongin, esto es algo que ya no puedo seguir ocultando, él lo tiene que saber ya.

Llegué a la entrada y ahí estaba Jeongin hablando con sus amigos, Felix y JiSung, los tres estaban riendo.

— H-hola, chicos. — saludé cuando llegué junto a ellos.

— Hola. — me saludaron los dos amigos de Jeongin, mientras que él me regalaba una tímida sonrisa.

— Oh, qué tarde. Quedé en verme con Changbin en la biblioteca. Nos vemos, chicos. — dijo Felix, despidiéndose de nosotros antes de irse rápido hacia la biblioteca.

— Llegaron por mí, nos vemos también. — dijo JiSung, despidiéndose también y dándole una sonrisa extraña a Jeongin, él solamente se sonrojó.

Ambos vimos cómo JiSung corría hacia la calle y se acercaba a un chico alto, ambos se besaron cortamente y caminaron juntos.

— ¿N-nos vamos, Hyunjin? — me preguntó.

— Ah, sí... Claro, Innie. — le sonrío y comenzamos a caminar a la calle. — Mhm... ¿Tienes algo que hacer?

— No... ¿Por qué? — me preguntó curioso.

— ¿Me podrías acompañar a un lado? — pregunté haciendo mi mayor esfuerzo por no tartamudear.

— Claro, vamos. — me contestó Jeongin, regalándome una de sus hermosas sonrisas.

Le devolví la sonrisa y seguí caminando. No tenía ni idea a donde llevarlo, ni siquiera sabía por qué le había dicho que me acompañara.

— ¿A dónde vamos? — me preguntó Jeongin después de un rato de haber caminado.

No sabía ni que decirle, estábamos cerca de una pequeña plaza y de un parque.

— Ehm... Pues, verás... — traté de inventar algo, Jeongin me miraba expectante. — Y-yo... — suspiré y me dí por vencido, tenía que hacerlo. — Ven, por favor.

Lo llevé hasta una banca del parque que se encontraba debajo de un árbol.

— ¿Q-Qué sucede, Hyunnie? — preguntó Jeongin cuando nos sentamos en la banca.