3era parte: Querida autora, ¡se un poco más original!

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Después de cuatro dimensiones, Tatiana le estaba tomando el hilo a aquello de atrapar plumas. Ella simplemente tenía que seguir la corriente de su historia y la conduciría a la pluma, algunas, por supuesto, tardaban más que otras. ¡Había durado tres días enteros en una dimensión donde era una campesina adolescente, que aún se escondía de Claude! Los trabajos manuales habían sido un horror para ella, que ya se había acostumbrado a su privilegiada vida de Princesa.

En otro, un día entero como la única sobreviviente de una masacre a la familia imperial que la había dejado como una Emperatriz infante. Sin hermanas, padre o, si quiera, el melindroso de Lucas, Tatiana se había sentido sola, así que se apresuró por encontrar la pluma oculta en aquella lamentable dimensión.

Luego, fue una princesa bastarda rechazada por su padre en el Palacio Rubí mientas Athy y Nette eran mimadas en el Palacio Esmeralda, el reto de aquella dimensión fue escabullirse al Palacio Esmeralda y encontrar la pluma justo cuando era atrapada por Claude, "¡Lo siento, Tatiana de este mundo!" ella pensó, y tomó la pluma, para dejar a la pobre Tatiana rechazada en manos de Claude.

"Mejor ella que yo" pensó.

Y por último, estuvo en esa horrenda dimensión en donde la habían casado con un hombre meloso e impropio, para que gobernara junto a ella, porque la corte no creía que ella fuera suficiente para gobernar el imperio. Debido a los insistentes arrumacos de ese hombre, Tatiana encontró la pluma en tiempo record.

Dos horas, diez minutos. Sí, los había contado, todos cada y uno de los segundos junto a ese viejo morboso.

Pero ahora, se sentía sorprendentemente ligera y extraña mientras caminaba por los pasillos del Palacio Esmeralda, por alguna razón, el suave vestido blanco con plumas que vestía le parecía extrañamente familiar, y... ¿por qué tenía el cabello tan largo?

Tatiana juraría que en ninguna otra dimensión lo tenía tan largo, mucho menos cuanto tenía sólo diez años.

Auch, ¿y por qué se sentían tan cansadas su pequeñas piernecillas?

—Princesa Tatiana—Félix le saludó cuando ella llegó al final del pasillo.

¡Ah! Félix y su hermoso rostro eran un alivio para ella. En todas esas dimensiones él no había estado allí y verlo era un paño de agua tibia para su corazón. En sus brazos, él tenía a un pequeñísimo cachorro color jengibre con lacio cabello sedoso que ladró hacia ella.

¿Era acaso una mascota?

—¡Félix!—Tatiana saludó, tan feliz de verlo que no sospechó nada cuando el alegre caballero le entregó el cachorrito.

—¿Está muy activa hoy? Parece que ya está empezando a recuperar su salud. Aquí tiene a Ginger. Su nuevo compañero de juegos la está esperando dentro.

—¿Compañero?—Taña preguntó, totalmente desconcertada. ¿Cómo qué compañero? ¿Y que era esa charla sobre su salud? Por alguna razón, todo era extrañamente familiar y Tatiana tenía un muy mal presentimiento sobre todo aquello.

—Así es, Lucas el mago que la curó de su exceso de mana—Félix abrió la puerta al tiempo que hablaba y por ella, mostrando el amplio salón en el que normalmente jugaban sus hermanas en su dimensión original, por supuesto, al fondo estaba el causante de toda esa desgracia.

—Buen día, princesa.

¡Lucas!

Grrr...

Si ese era el Lucas de su dimensión, juraba que le daría una paliza por enviarla directo a un motón de dimensiones al azar para sufrir todas las mil y un maldiciones que podrían haberle caído antes de nacer.

Las divertidas aventuras de Taña a través de las dimensiones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora