CAPÍTULO 62

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Esa noche apenas si pude descansar. Me quedaba dormida a ratos pero nunca por mucho tiempo. Contrariamente a lo que creí, el que Logan despertara no me había traído la paz que idealicé, pues aún estaba en conflicto conmigo misma.

Siempre me ha costado establecer una distancia más que física entre nosotros, sobre todo porque no es una solución, ni siquiera pienso que exista alguna que se acomode a nuestro caso, y tampoco cuento con muchas opciones.

No era tan ingenua, mi corazón habla más fuerte y no puedo ser racional ante lo que naturalmente Logan provoca en mí. Y eso era un hecho. Sin embargo, tendría que hacer algo si quería al menos verlo y hablar normalmente sin querer lanzarme nuevamente a esas aguas turbulentas.

Voy tan concentrada en mis pensamientos que choco con la espalda de alguien.

—Ah, lo siento... —comienza a girarse y me doy cuenta de quien se trata.

—¿Estás bien? —a John parece divertirle lo que ha provocado mi ligera distracción y expresa una amplia sonrisa, la cual en seguida se esfuma al notar algo en mi cara y no tarda en mostrar su preocupación—. Parece que alguien no pudo pegar el ojo en toda la anoche. ¿Pasó algo?

Acomodo la correa del bolso que yace sobre mi hombro nuevamente en el mismo lugar.

—¿Qué no ha pasado? —digo irónica—. Un poco de esto, un poco de aquello y todo de lo demás. Tengo un enredo en la cabeza que apenas me deja pensar. Creo que te haces una idea.

—¿No está siendo sencillo, eh? —muerdo mi labio mientras niego, claramente el entiende —. Bueno... —rasca su nuca mientras mira al techo —, recién he salido de ver a Logan, pero antes de irme a casa quiero pasar por algo de comer a la cafetería de enfrente. Estos días he estado metiéndome basura precalentada y la comida de hospital no es tan buena. ¿Quieres venir? Me vendría bien alguien agradable como compañía, ¿qué dices? Yo invito.

No aseguro que más de la mitad de eso pueda ser mentira y solo es un pretexto para querer despejarme un momento. Es una acción tan propia de él que me siento avergonzada por tener que rechazarlo.

—Tal vez otro día, gracias. Hoy vine por solo unos minutos ya que tengo unas cosas que hacer después.

—Está bien, pero me la debes —sonríe amable y algo parece cruzar por su mente cuando su expresión cambia —. Por cierto... No me incumbe lo de ustedes pero estoy enterado de su situación y como amigo de ambos, quiero que sepas que tienen todo mi apoyo, en lo que sea que necesiten, sin importar cómo termine, aquí estaré para... los tres.

—Muchas gracias, John —sus palabras me han enternecido tanto que podría llorar ahora mismo. Hago una mueca para reprimirme y de inmediato se acerca para abrazarme.

—Soy el tío John.

Este tipo vale oro. Es un gran amigo al que le tengo mucho aprecio y ahora más que nunca. De pronto capto tras él arruinando el momento, justo al final del pasillo, alguien dirigiéndose a la habitación de Logan.

—¿Pero que hace ella aquí? —mascullo con amargura.

—¿Qué? ¿Quién? —John se gira rápido en busca de lo mis ojos parecieran querer lanzarle cuchillos —. No tengo ni idea.

Él también parece sorprendido de ver a Mei. Me cruzo de brazos mientras resoplo molesta, tal vez demasiado ruidoso pues John regresa sus burlones ojos sobre mi.

Malas DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora