Boruto - Lazos destrozados ✔️

28 - Capítulo especial de Año Nuevo: Yandere

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capitulo 28

Naruto Uzumaki se encontraba acostado en una cama pero sin poder moverse.

Sin embargo, esto no era nada nuevo. Esta sensación la había sentido muchas veces antes y cada una de esas veces terminaba en desastre.

Naruto luchaba con todas sus fuerzas pero no podía mover ni un solo músculo. Se sentía impotente, como siempre. Sin embargo, tenía que moverse; tenía que huir a toda costa; no fuera que la calamidad se abatiera sobre él una vez más.

En ese momento, por fin lo oyó. Los pasos del azote... la bestia acercándose rápidamente. Los latidos del corazón del indefenso Uzumaki se aceleraron a medida que los pasos se hacían más fuertes hasta que finalmente el terror que atormentaba sus pesadillas se plantó justo delante de su puerta, momento en el que sintió que su corazón estaba a punto de estallar. Y entonces la puerta se abrió chirriando, revelando el oscuro marco de la calamidad personificada. Empezó a dar pasos hacia él.

Naruto luchó como un loco, intentando con toda su alma liberarse, pero fue en vano. Lo intentó una y otra vez hasta que finalmente la calamidad estuvo justo a su lado.

Esto era...

Sintió su frío tacto en la piel y gritó como un loco.

Los ojos de Naruto se abrieron de par en par cuando por fin despertó de la pesadilla que lo atormentó durante años y lo primero que vio fue a una joven de ojos azules y cabello corto azul mirándolo fijamente, con sus dedos cerca de su cara dado que acababa de tocarlo.

Esa mirada le recordó a Naruto a la bestia que rondaba sus pesadillas por un segundo y se escabulló hacia atrás alejándose de la chica hasta quedar con la espalda contra la pared. Se acurrucó casi en posición fetal y comenzó a hiperventilar.

"O-Otou-chan, ¿estás bien?"

Esa voz, trajo a Naruto de vuelta a la realidad una vez más. Tuvo un efecto calmante como ningún otro y le hizo darse cuenta de que por fin se había liberado de su pesadilla recurrente.

La niña que estaba frente a él era su amada hija de 8 años después de todo - Himawari Uzumaki.

"S-Sí, papá está bien. Lo siento Hima!" Naruto se movió hasta el borde de su cama y alborotó el cabello de su hija cariñosamente como siempre lo hacía.

"¿Estás segura? No te veías tan bien hace un segundo". Preguntó Himawari, con los ojos llenos tanto de preocupación como de curiosidad.

Naruto se levantó de la cama y levantó a Himawari de sus pies y giró alrededor de la habitación con ella juguetonamente, haciendo que la chica soltara una risita feliz. "¡VES HIMA! Nunca he estado mejor!"

Después de jugar con ella durante un minuto más o menos, la colocó de nuevo en el suelo y miró el reloj. "Oh wow todavía falta media hora para que suene el despertador. Te has levantado temprano, ¿no?"