𝐅𝐚𝐥𝐨𝐟𝐢𝐥𝐢𝐚 ➳ 𝐒𝐚𝐢𝐝𝐚

𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐬𝐨 𝐬𝐭𝐫𝐨𝐧𝐠, 𝐒𝐚𝐧𝐚 𝐮𝐧𝐧𝐢𝐞.

Estaban a un par de pasos de la mesa, a unos metros del baño y, por primera vez, observa a Sana hablando con tranquila efusividad, sin tartamudeos ni sonrojos.

Se veía serena y relajada, incluso las tenues luces frívolas y alocadas del club la hacían contrastar su natural encanto femenino, realzando la belleza de sus delicadas facciones, pero al mismo tiempo viéndose tan tierna y dulce como siempre.

Esa niña la estaba volviendo loca. Debía relajarse. Quizá esa chica ni siquiera significaba algo para Sana... pero Dahyun no podía evitar querer ir hasta ella y abofetearla por meterse con lo que le pertenecía aunque realmente no le perteneciera. Pero ella le había echado el ojo primero, así que se valía.

Tomó el trago que Mingyu dejó en sus manos y se lo bebió en dos sorbos, llamando la atención de Tzuyu.

— Dahyun, no bebas demasiado, Jeongyeon se enojará si llegas demasiado ebria a casa. — Le recuerda la pelinegra, logrando que un infantil quejido saliese por los labios de Dahyun.

— Jeongyeon no me quiere en casa porque irán sus amigas. — Le explica a Tzuyu, tomando el trago que solía ser de Felix para empezar a bebérselo.

— ¿Y dónde planeas quedarte, genio? — La cuestiona Daniel, palmeándole la espalda.

— Con Momoring.

— Momo y Tzuyu se irán a la casa de playa de los Chou después de que salgamos de aquí. Dudo que ellas quieran acompañante. — Le hace saber Jihyo, frunciendo el ceño.

— Entonces con Daniel...

— Lo siento, pequeña Dahyun, yo me llevaré a Dan a Ilsan mañana a la madrugada. Mi madre quiere verlo. — Se excusa Jihyo, sonando apenada, pero alegre a la vez. Dahyun supo de inmediato que se debía a que su madre y su novio estarían juntos pronto y adoraba la buena relación que tenían.

— ¿Contigo...? — Sugiere Dahyun por última vez dirigiéndose a Felix, quien niega con su cabeza, algo apenado. Dahyun siente ganas de llorar — ¿Dónde mierda dormiré esta noche, entonces?

— ¿De qué hablas, Hyunie? — Preguntó la voz de Sana, quien recién llegaba nuevamente a la mesa.

— De nada. — Se apresura a decir la rubia.

— Dahyunie no tiene donde dormir esta noche. — Suelta Daniel, con la intención de burlarse de la pequeña. Sana la mira compasiva.

— Si quieres... — Sana comienza, pero Dahyun la interrumpe abruptamente.

— No importa, conseguiré un lugar. — Gruñe, levantándose del sillón de la mesa. — Iré por uno más de estos. — Dice entrecortadamente, tambaleándose hasta salir de la mesa y perderse en la multitud.