El Espejo Robado

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Los rayos del sol empezaron a asomarse en la morada divina ,y Hefesto abrió los ojos al sentir que la luz le daba en la cara, miro hacia su pecho y se encontró a Afrodita dormida con una clara sonrisa de satisfacción en el rostro, la estrecho en sus brazos y beso su frente.

Buenos días preciosa-susurro mientras la diosa parpadeaba.

Buenos días Hefy-respondió la rubia acercándose a su boca para besarle.

El herrero recibe el beso con una sonrisa, solo ese beso ha bastado para que quiera repetir su actividad nocturna, ella lo siente y sonríe con coquetería, pero antes de que pueda hacer nada se escucha la voz de Zeus.

Reunión obligatoria, tenemos que discutir asuntos de vital importancia.-la voz del señor del universo retumba por toda la habitación.

Hefesto trata de levantarse pero Afrodita le retiene, Hefesto la mira asombrado, no sabia que su mujer fuera tan fuerte.

¿Podemos seguir donde nos quedamos?-pregunta la diosa entre seductora y molesta

Pero amor, has escuchado a padre, si no vamos armara un escándalo…

La rubia hace un puchero-lo único de cierto en esa frase es que vamos a discutir.

El sonríe, su mujer tiene razón, esta deseoso por volver a poseerla pero sabe lo que su padre es capaz de hacerles así que haciendo un esfuerzo titánico por controlar sus hormonas, se levanta y prácticamente obliga a Afrodita a hacer lo mismo, ambos se duchan y se arreglan para ir a otra interminable discusión, pero justo antes de salir Afrodita lo retiene y lo besa profundamente, la bella diosa se separa y le susurra- anoche fue la mejor noche de mi vida.

El sonríe y la abraza sabe que Afrodita no volverá a engañarlo ni con Ares ni con nadie. Ambos salen de su residencia y son los últimos en llegar, Hermes, Apolo y Atenea sonríen con complicidad al matrimonio, sus palacios son los mas cercanos y han escuchado todo lo que su hermano hizo con Afrodita.

Hera por el contrario se fija en que las manos de ambos están entrelazadas durante toda la reunión, y se pregunta a que se debe el cambio tan repentino, mientras tanto Ares busca la mirada de su amante quien le esta dedicando miradas lujuriosas a su esposo.

Termina la reunión y todos se disponen a ir al comedor a desayunar, Hefesto se retrasa al igual que Afrodita, esta ultima para retocar su maquillaje, al verse solos se besan con pasión, una silenciosa promesa de que continuaran sus asuntos maritales apenas se levanten de la mesa, Ares los mira entre las sombras estupefacto… Aquello no puede ser verdad, seguramente es un juego de Afrodita para provocarle celos, pero hay algo en la forma en que se besan, en la forma en que el la acaricia que le asegura que no se trata de ningún juego, un leve gemido escapa de los labios de la diosa y es todo lo que Ares necesita para largarse de ahí.

Durante el desayuno Ares finge no escuchar lo que sus hermanos susurran a su lado.

Por la cara de Afrodita, diría que nuestro hermano hizo un excelente trabajo-comenta Hermes como quien habla del clima.

Hefesto sonríe de medio lado.

¿Acaso nuestro hermanito se porto mal anoche?-pregunta Artemisa con una sonrisa picara en los labios, algo bastante inusual teniendo en cuenta que es una diosa virgen.

¿Qué quieren que les diga?, es un dios en todos los aspectos-dice Afrodita en un susurro silenciando a su marido y a los hermanos de este

Ares se tensa al escuchar esto, ¿Cómo que un dios en todos los aspectos?,¿Qué clase de juego es ese?,busca la mirada de la rubia como pidiéndole una explicación ,pero la joven le evade ,el desayuno termina y Hefesto se dirige a las forjas, mientras Afrodita pretexta algo sobre ir a buscar su espejo.

Los dioses intercambian una mirada incrédula, a nadie le ha pasado por alto que la mano de Afrodita estaba recargada en el pantalón de Hefesto, y mucho menos han pasado por alto las miradas llenas de lujuria que ambos intercambiaban.

Afrodita llega detrás de su marido al taller, cerrando la puerta tras de si, saben que los dioses nunca se acercan ahí y que podrán hacer lo que quieran el tiempo que quieran.

Ares busca a Afrodita por toda la morada divina, necesita una explicación a todo lo que ha visto y escuchado, esta a punto de rendirse en su búsqueda cuando escucha los gemidos de ambos, rápidamente se dirige al taller de Hefesto y se asoma por una ventana.

Al dios de la guerra se le cae la mandíbula al ver la escena, su amante esta apoyada en una mesa mientras Hefesto la posee, eso no puede estar pasando, tenia que ser una maldita broma…

Minutos después Afrodita sale sin siquiera notar a Ares, el dios la examina con detenimiento, de repente ese sonrojo en su cuello blanquecino le parece vulgar, la forma sutil en que ella se acomoda la ropa le parece la cosa mas desagradable que ha visto en miles de eones.

Ella continúa su andar hasta el palacio, entra a su cuarto preguntándose si su maquillaje delata lo que estuvo haciendo con el herrero, sumida en sus pensamientos va hacia su tocador, para encontrarse con una desagradable sorpresa…

Y solo sale un nombre de sus labios : Atena

Hefesto esta en su taller con la bufanda de Afrodita envuelta en su cuello, ni sus hermanos ni padres tienen idea de lo bien que se la ha pasado con su delicada flor, entonces se escucha un grito terrible, un grito tal que solo pudo salir de unos labios que el conoce muy bien.

*Campamento media sangre*

La tarde era perfecta para practicar actividades al aire libre, y los de campistas lo sabían, solo cierta pelinegra de ojos grises estaba tumbada en su litera enfrascada en sus pensamientos, sintiéndose sola tanto física como emocionalmente hablando, Christiane hija de Afrodita y su mejor amiga estaba mas que furiosa con ella ha causa de un malentendido provocado por un hijo de Eris , sabe por boca de una hija de Dionisio que su amiga a regresado con su familia mortal y que no desea saber de ella.

Mira por la ventana donde Malcom, Nancy, Vale y Diego, por mencionar algunos estaban enfrascados en un partido de basketball contra los de Apolo .

La joven mira hacia una litera vacía, si Miriana no se hubiera ido a aquella misión suicida seguramente ambas podrían haber ido a entrenar un poco, tenia ganas de ir por su lata de spray y tratar de contactar a Chris, pero una voz en su interior le dijo que no perdiera el tiempo, que su amiga estaría con su novio mortal fingiendo que ella, Atena Olympic , no existía. Suspiro resignada y salio a caminar al bosque.

Ya en el bosque la semidiosa se preguntaba como siendo proclamada por todos como miembro de la cabaña 6 no daba con la solución para que su amiga la perdonara, entonces pensó en ELLA, si seguramente  podría ayudarle, después de todo era la diosa del amor y la amistad era una forma de amor, como diría cierto poeta, la amistad es el amor sin alas…

Miro al cielo y susurro Oh Afrodita, diosa de la pasión…-comenzó a decir la joven intentando mentalizar a la divina dama.

Entonces sintió un fuerte agarre que la tiraba al suelo, la joven tardo bastante rato en saber que la atacaban, entonces un suave aroma a rosas invadió su nariz

¿Dónde esta mi espejo?-pregunta la diosa furiosa

¿Tu que…

Esas últimas palabras retumban por todo el bosque y alertan a los de Atenea.

De Amor Y De ForjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora