Shisui

476 44 6
                                    

Shisui se encontraba parado en la rama de un árbol cercano a la academia. No podía dejar de observar a la pequeña niña de cabellos rosas.

Su querido primo, Itachi, ya estaba de novio con Izumi. Suspiro realmente triste, él siempre la contempló de lejos, sin embargo desde el primer instante supo que jamás lo correspondería. Ella solo tuvo ojos para Itachi, y Shisui era inmensamente feliz por la complicidad que tenían esos dos. Sin embargo, eso lo hacía sentirse totalmente solo, y más aún con la situación empeorando dentro de su clan.

Itachi ya de 13 años fue incluido en los ANBU para descubrir la verdad de lo que sucedía, y como buenos amigos que eran, todo el clan le había pedido a Shisui expresamente que mantuviera el seguimiento del muchacho. Definitivamente se acercaba el golpe de estado. 

Todo era parte del plan de ambos  muchachos. Ellos ya conocían cómo sería el proceder de su familia. Todo estaba fríamente calculado. Shisui conseguiría información dentro del clan e Itachi fuera del clan. Habían decidido autosacrificarse. 

El clan Uchiha era muy inteligente y poderoso, pero se dejaban llevar muy rápidamente por su orgullo y altanería, ellos no solían pensar con cabeza fría. La ira y los resentimientos habían calado en lo más profundo del clan, haciendo que perforen la lealtad hacia el bien común. Los Uchiha estaban totalmente ciegos, querían ser reconocidos por su poder, querían ser los primeros. Ninguno de ellos pensaba en los demás, solo en la supremacía del clan. 

Por otro lado, la aldea no se quedaba atrás. Los prejuicios que le tenían al clan eran mucho mayor a su capacidad de raciocinio. Los líderes de la aldea le temían a la capacidad del clan Uchiha cegado por la rabia, por eso en vez de saber canalizar esa energía, preferían aislar al clan. Algo que también estaba errado. 

Ninguno de los dos bandos quería ceder y ambos estaban totalmente equivocados. 

Ya le habían pedido a Shisui que por medio de su Sharingan, y como último recurso, cambiara la opinión del líder del clan, quien era nada más y nada menos que Fugako Uchiha, padre de Itachi y Sasuke. 

De entre todos esos ancianos al frente de la aldea, el Tercer Hokage parecía ser el que más analizaba las cosas. Al menos su análisis valía la pena. Sin embargo, Shisui aún no podía confiar en él, seguía siendo uno de los altos mandos, y ellos solían tener un pensamiento muy cerrado. 

El que Itachi entrara como ANBU era un trabajo de doble espionaje. Fugaku Uchiha se sentía orgulloso que su hijo ingresara a las fuerzas especiales de la Aldea Konoha, sin embargo los demás desconfiaban de él. Como líder, le pedía a Itachi que lo mantuviera informado sobre los pasos de los altos mandos de la aldea, información que en efecto él brindaba, pero no en su totalidad. Sin embargo esa información certera era de lo que se valían para que el Plan Uchiha sea efectivo. 

El golpe de estado estaba siendo preparado con varios años de anticipación, pero estos últimos meses se habían acelerado los preparativos. 

A medida que ocurrían los acontecimientos, los primos Uchihas (Itachi y Shisui) iban tomando las decisiones y distribuyendo la información. Ambos se cubrían mutuamente, total, solo se tenían el uno al otro para evitar el golpe de estado. 

Solo el timbre de la academia, lo que distrajo a Shisui de sus pensamientos. Los niños comenzaron a salir, pudo ver que Itachi llegaba a recoger a su hermano al momento que uno de los cuervos se le acercó con una nota de Itachi, él la desdobló y la leyó. 

Poco a poco la academia se quedaba vacía, a excepción de algunos pequeños. Como el tal Uzumaki. Naruto Uzumaki era un niño realmente problemático, pero no era culpa suya. Sin saberlo, en algunas ocasiones, Shisui lo había ayudado en sus travesuras. Como la ocasión en la que pintaba a los Hokages de piedra, el Uchiha siempre le dejaba la puerta abierta o se las ingeniaba para guiar al niño a los valdes de pintura. El pequeño Naruto era un buen niño, solo requería atención. Sus travesuras hacían sonreír al Uchiha, eran bastante divertidas. Además, el niño necesitaba expresarse de algún modo. 

Ser más fuerte - T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora