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Estaba completamente dormido, se parecía mucho a su padre, así, después de analizar mis pensamientos y perderme en ellos, recordé algunas cosas que lo hacían ver más atractivo.

El color de sus ojos, la forma en que mira a su hijo y el hoyuelo que se le forma cuando sonríe pareciera como si estuviera desapareciendo, tonta Abby que le guste un hombre que se va a casar y que además esté afligido por la muerte de su novia, me mordí la mejilla nerviosa.

—El señor Caruso ya está aquí —Miré a mi padre y asentí

—Espero que no haya sido un inconveniente —Lo escuche entrando a la sala

—No ha sido nada, señor Caruso, nuestros hermanos son más revoltosos, Erick es un ángel comparado con ellos —Aclaro Richard —Además es un niño, la pasamos bien

—A, pero si de revoltoso se trata Abby es la niña más revoltosa de todos, nosotros siempre se metía en líos —Mire a Jasón

—¡Jasón! —dije enojada

—O vamos, tú y edad de rebeldía antes de ir a la universidad, si es una diablilla —Lo mire mal

—Tú no te quedas atrás, hijo —dijo mi padre —Quién ha sido un santo, ese ha sido Richard —Mire a padre

—Ese soy —Reímos

—Eso es mentira, Richard se metía en problemas por sus bromas —dije

—¿Tiene hermanos, señor Caruso? —Preguntó Jasón

—Tengo tres hermanos mayores —dijo

—Usted es el menor —Asintió —¿Solo hombres? —Negó

—Tengo una hermana, la segunda Paulina —Tomó asiento a lado de Richard —Mimada y muy revoltosa, se metía en líos con facilidad, pero no conviví mucho con ella

—Sus padres son separados —Asintió

—Algo así —Asentimos ante la poca información

—No se pierde mucho, las hermanas son la debilidad de uno, las proteges de todo, pero aun así les justa el peligro o no Abby

Hablo Richard pasando su brazo sobre mis hombros.

—No es mi culpa que sigan pensando que soy una beba, no me voy a romper

—Ya la escucho, nuestro trabajo se basa en espantar pretendientes, casanovas, rompe corazones, aprovechados y no es nuestra única hermana. La otra está entrando en la adolescencia, tendremos que aplicar la misma técnica que aplicamos con Abby

—¡Papá!

El señor Alessio se rio junto a mi padre, parecía más relajado, pero aún había tristeza en sus ojos.

—Si tiene una hija, señor Caruso, procure tener otro hijo, así la cuidan y usted ya no se preocupa tanto

—Tomaré su consejo en cuenta —dijo

—¿No es parte de la vida experimentar?

—¿No es parte de ser padre evitar el sufrimiento de los hijos? —Lo miré

—El mundo no es color de rosas, no siempre podrán evitar el sufrimiento —Los mire a los cuatro —Siempre va a haber algo que provoque y a veces hasta ustedes mismo

—Buen punto —Indico mi padre —Y tienes razón, pero no los protegemos de todo, solo intentamos que la experiencia sea menos dolorosa

Ayude al señor Caruso a cargar a Erick, tome su maleta y caminamos hasta el ascensor, nadie dijo nada después de una charla paternal entre esos cuatro; fue donde me di cuenta de lo sobre protector que podría llegar a ser el señor Caruso y no lo culpo ya había perdido a alguien y eso debe ser causa suficiente para que quiera construir un muro y que nadie y nada los lastime a él y a su hijo.

Seducción [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora