¿realmente todo se llama Bati en la Baticueva?

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Lo primero que paso por su mente al llegar a la baticueva fue preguntar si realmente todo lo que estaba en el lugar tenía la palabra "Bati" añadida de forma natural porque de ser así, comenzaría a nombrar todo hasta que probablemente terminará en el piso en un ataque de risa, pero eso no era lo importante —Ya luego podría reír hasta que su corazón estuviera contento — lo que debía ser su prioridad número uno era revisar a Damián, por lo que no entendía porque al llegar Batman la hizo a un lado para tratar su herida, la que si, dolía como una perra pero no era nada con lo que no pudiera lidiar.

— Esta bien, he tenido peores. — Le quito importancia haciendo una mueca cuando aplicó el desinfectante.

— ¿Se supone que eso debe hacerme sentir mejor? — Pregunto el mayor con seriedad y pensándolo detalladamente, quizás no era lo mejor que decirle al padre que no tuvo ni la oportunidad de cuidarla, no que el supiera que ella sabía que era su Papá... Esperen ¿El sabía? Oh, eso.. Eso complicaba las cosas, ¿tal vez? Mierda ¿cuanto sabia de ella?

— ¿Sabes quien soy? — Murmuró sintiéndose ligeramente insegura dejando su mano libre en una de sus rodillas.

— ¿Tu sabes quien soy? — ¿Que era esto? ¿El juego de las 20 preguntas? Dios ¿Porque tener una conversación con el super héroe que sabes es muy probable sea tu Papa, pero que no sabes si el sabe mientras tu si sabias, debía ser tan difícil? Demonios, esto le estaba dando un dolor de cabeza.

— Bueno, eres Batman obviamente. — Señaló decidiendo ser la mejor persona y comenzar a decir la verdad. — y también se que eres el Padre de Damián, quien es Robin por lo que eso te haría Bruce Wayne, ¿me equivoque en algo? — Elevó una ceja al notar como el mayor se concentraba en el vendaje en su mano, antes de levantar su mirada.

— ¿Solo eso? — Pregunto más suave, y por alguna razón se vio incapaz de mentirle, ugh esto le recordaba cuando hacía alguna travesura de niña en su otra vida y siempre terminaba confesando luego de que su Papá le diera una mirada sería.

— Y Ya que también soy hija de Talia, cabe la posibilidad de que seas mi Padre también. — Añadió apretando sus labios sintiéndose ligeramente incomoda en su lugar. — Pero no estoy segura.

— Lo eres. — Contestó sacándose su capucha y en cuanto lo hizo, Ange nuevamente quizo romper en llanto.

Ahora algo que cabe mencionar es que cuando sabes las identidades secretas de ciertos héroes y villanos haces todo lo posible para evitarlos para no quedar atrapada en el fuego cruzado, por lo que en el momento en que el nombre "Bruce Wayne" aparecía en alguna parte Ange haría su mejor esfuerzo para concentrarse en otra cosa evitando al millonario, por lo que esta era la primera vez que veía su rostro, y tal vez, ese fue un error.

Porque ahora el rostro que la recibió, era el de su Papá.

— Yo... Tu... — Murmuró respirando con profundidad intentando no llorar aquí mismo, sintiendo que habían tantas cosas que quería hacer o decirle.

— Se que es mucho para procesar, pero quiero que sepas que no te oblig—Bruce parpadeo en cuanto Ange sin poder contenerse más le abrazo con toda su fuerza.

Tal vez no podía decirle a su Papá todo lo que quería, —cuánto lo amaba, como intento ser valiente y seguir adelante, como le extraño y Dios, había tanto que quería decir y no pudo que sus palabras morían en sus labios en cuanto pensaba en otras —pero si podía dejar que su Papá la consolara como deseo por tantos años después de su muerte y en esta vida.

— Estaba tan asustada... — Susurro con su rostro enterrada en su cuello notando que su voz sonaba más frágil de lo que espero. — Pensé que sí metía la pata en la liga sería asesinada, y estaba tan sola, es decir tenía a Dami, pero el era tan pequeño, pensé que si intervenía demasiado con él podrían hacerle daño. — Confesó apretando su agarre en el héroe. — Traté de ser fuerte, valiente, pero era demasiado, ya no quería ser herida, ya no quería herir a otros. — Admitió sin darse cuenta cuando comenzó a sollozar. — Cuando escape... Pensé en buscarte, pero estaba asustada, temía que terminaría de nuevo como el arma en la guerra de alguien más. — Dijo tomando una larga respiración antes de seguir llorando.

Bruce sinceramente no sabía que hacer, sus sentimientos estaban mezclados, entre ira, rabia, confusión y otras cosas que no sabía cómo definir.

Según lo que sabía Ange había tenido apenas unos 12 años cuando fingió su muerte, y no puede imaginarse que tan aterrada —y seguramente desesperada — tuvo que estar como para decidir que dejar todo lo que conocía era una mejor opción que volver a su casa, eso le hacía enojar con Talia, con Ras, con el mundo y consigo mismo, sabía que no podía hacer nada dado a que no sabía de su existencia pero aún así, si su imagen fuera mejor tal vez Ange hubiera recurrido a él en lugar de ocultarse, y pudieron ir juntos por Damián, las cosas pudieron ser tan diferentes si tan sólo...

Tomó una larga respiración antes de intentar relajarse y consolar a su hija pasando una mano por su espalda.

— Esta bien, tu si fuiste valiente, hiciste lo mejor que pudiste y nadie puede decir lo contrario. — Aseguró alejandola para limpiar algunas lágrimas de sus mejillas, sintiendo como su corazón se rompía un poco al ver su rostro lleno con lágrimas. — Eres fuerte, e hiciste lo que tenías que hacer para sobrevivir. — Aseguró dejando una mano en su hombro.

— Lamento no haber confiada en ti antes. — Se disculpo dejando de llorar limpiando su rostro también. — Y llorar sobre tu traje.

— Esta bien, estaba sucio de todas formas. — Sonrió suavemente y ella le imitó.

— Hmm. — Alguien se aclaró la garganta y los dos se giraron para ver a Alfred aclarando su garganta junto a Damián quien ya estaba en su ropa normal y con algunos vendajes, señal de que fue atendido. — ¿A la señorita le gustaría tomar un baño antes de cenar?

— ¿Cenar? — Elevó una ceja, de hecho ya era hora de volver a su dormitori— decidió no seguir con esa línea de pensamiento al ver la expresión del mayordomo. — Me gustaría un baño, gracias. — Contestó ya que estaba llena de polvo por la explosión y algo de polvo de vidrio.

— Puede seguirme por aquí. — Indicó y ella se bajó de la camilla tomándose un segundo para ver a su Papá y aunque está vez no le abrazo si tomó su mano.

— ¿Nos veremos en la cena? — Murmuró despacio con algo de esperanza, sabía que no era su Papá, o al menos no ese Papá, pero eso no evitaba que quisiera pasar más tiempo con él.

— Por supuesto. — Asíntio y ella le regalo una sonrisa sincera antes de apretar su mano una vez más y seguir al mayordomo.


Alfred si era un mayordomo eficiente y quizás algo mágico, porque para cuando salió de la ducha su ropa ya estaba lavada, seca y calentita lista para colocarse y dado a que no se demoro tanto en la ducha eso era una hazaña en sus libros.

Al salir de la habitación notando que la cama parecía recién hecha, y un pijama estaba sobre este, asumía que también se quedaría a dormir, bueno, mañana solo tenia clases en la tarde así que no tenia que levantarse temprano.

Cuando salió de su habitación vio a su hermanito esperándole y no dudo en darle una larga mirada.

— Le contaste sobre mi. — Dijo como un hecho y podía notar que el parecía algo acomplejado con el tema.

— Lo hice, pensé que merecía saber que tenía una hija, lamento no haber pedido tu permiso antes, pero tu no parecías interesada en el tema. — Contestó evitando su mirada un solo segundo y sabía que esa era la mejor disculpa que obtendría.

— Lo merecía, y gracias, me alegra que lo hayas hecho. — Sonrió acariciando su cabello.

— Es bueno saberlo. — Asintió satisfecho. —Ahora por aquí, la cena ya está lista, y la cocina de Pennyworth es decente — Añadió y ella Rodó los ojos.

— Tu guías, este lugar es demasiado grande para que yo me ubique. — Le hizo una seña y fue el turno del menor de rodar los ojos antes indicar el camino.


Ange estaba tan distraída viendo todo el lugar por lo que sólo al final del recorrido fue capaz de escuchar lo que su hermano estaba diciendo.

— Oh y Grayson nos acompañará a comer hoy. — Anunció una vez llegaron a la sala donde estaba la mesa, y en cuanto los ojos de Ange llegaron a una figura que recordaba de su noche de venganza no pudo evitar maldecir por lo bajo, Dios esto era tan cliché.

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Nota: He vuelto chicas y volvemos a pelear contra los clichés! Ahora es tiempo de Bruce como Papá!

En contra del ClichéWhere stories live. Discover now