POV AMELIA LEDESMA
Me desperté de muy buen humor, ¿fue por mi Luisita? "Mi Luisita" como suena hermoso, nunca he estado tan enamorada, soñé que le hacía el amor en la playa, soñé con su cuerpo y sus labios, me encanta su voz, su sonrisa, encontré el amor de mi vida porque ella era ella, la única mía el mayor tesoro que siempre quiero proteger y defender contra todo.
Rápidamente me levanté de la cama, me puse un chándal de jogging y me ilusioné que quería ir a la habitación de Luisita, pero Benigna me detuvo.
- ¿A dónde vas? preguntó, y me volví hacia ella y sonreí
- Despierta Luisita, como trotar todas las mañanas
- Escuché de la hermana Pia que volviste tarde, aunque conmigo a la oficina
Benigna no tenía cara amiga hoy, me asustó un poco, pero bueno la acompañé a su oficina, cuando entramos ella se sentó en su silla, me miró y me hizo señas para que me sentara, así que lo hice
- Amelia, se que eres joven que te tienes que volver loca y me alegro mucho que te hicieras amiga de Luisita, pero esta es una orden que te traje aquí para ayudarte a ti y a tu mamá, no puedes comportarte así
- Pero no hicimos nada malo, nosotras ...
- Supongo que regresar al monasterio a las 2 a.m. no está de acuerdo con el reglamento, Luisita siempre regresaba a la medianoche con mi consentimiento, nadie la conoció, y ahora estoy en problemas por tu culpa.
- Lo siento, no volverá a suceder, volveremos antes
- Ojalá, porque si la hermana Pia te vuelve a encontrar, irá más alto con él y yo tendré problemas, y nadie quiere que ella gobierne aquí, me da vergüenza expresarme así, Dios me perdone, pero esto es ...
Me reí mientras Benigna se santiguaba y sonreía también
- No sabía que a mi hermana no le gustaba tanto.
- Pia es una chismosa siempre buscando un motivo para echarme del monasterio, pero no me rendiré, y te ayudaré, Luisita ha pasado por mucho, me alegro que sean tan buenas amigas que la apoyen
- Luisita es un sol, también me ayudó mucho
- Estoy muy feliz, tal vez ella finalmente salga de esta depresión, y podrá pensar tranquilamente si ser monja o no, pero creo que cambiará de opinión, para ser honesto no la veo aquí como monja.
"Yo tampoco" respondí rápidamente
- Me alegro de que estemos de acuerdo - Benigna me sonrió, tenía muchas ganas de revelarle que nos amamos que estamos juntos pero probablemente no fue una buena idea, sabía que probablemente ella nos ayudaría pero preferí quedármelo para mí.
- ¿Entonces puedo irme ahora?
- Sí, pero ve solo porque Luisita no está en la habitación
- ¿Donde esta ella?
- Con su psicóloga en el jardín, Marina la ayuda mucho, y será mejor que no aparezcas o te podrá reconocer
- Mi hermana me advirtió bien, me iré a casa, gracias
Y me fui, estaba un poco triste porque no podía ver a Luisita, pero si ella está en el jardín la podré ver desde la ventana, cuando entré al cuarto inmediatamente corrí hacia la ventana comencé a mirar y entonces era Luisita - extraño pero mi corazón latía aún más fuerte, me sentí un poco celoso cuando la vi con una mujer tan hermosa que probablemente era Marina..
POV LUISITA GOMEZ
Estaba en el jardín con Marina, y realmente me refiero a Carol, todavía no la he visto hoy, no podía dejar de sonreír, Marina me miraba cuando estaba recogiendo flores.
- Que ¿Que pasa? ¿Tengo algo en mi cara?
- Sí ... tienes una sonrisa en la cara, me gusta mucho, pero tal vez puedas decirme ¿qué es lo que hace sonreír a esto?
- La vida Marina, la vida está llena de sorpresas
- ¿De Verdad? Me alegro que digas eso Luisi, estoy contento con esta transformación, pero creo que algo pasó, no te pregunto si te enamoraste porque es difícil de hacer con el pedido, pero ... que paso Luisita?
Miré a la ventana - vi a Carol en ella, ella me estaba mirando y sonreí un poco, quería abrazarla mucho ahora para estar en sus brazos, Marina me tocó el brazo
- ¿Qué esta pasando? Luisi?
- Nada Marina, me acabo de despertar con una actitud positiva, no me olvidé de los problemas, de lo que pasó, hoy es el día perfecto para empezar de nuevo.
- Ay Luisi - Marina me abrazó, aparentemente estaba muy feliz - Estoy tan feliz, se me cayó una piedra del corazón
- Ver psicólogo, puedes irme que lograste ayudar a Luisita Gómez, pero espero que sigas pasando.
- Nunca te dejaré Luisi - sonrió Marina - Me preocupo por ti no solo como paciente ... sino que también eres mi amiga
- Y por eso no me voy de este mundo, qué harías sin mí - bromeé y Marina me dio un codazo
- Ni siquiera digas eso, y no hagas más estupideces porque te voy a matar con mis propias manos - bromeó Marina
"Ay Marina", suspiré, "será mejor que me hables de Fede y tú".
- No cambiamos, no estamos juntos y no quiero más, entendí que amo a otra persona pero no tengo chance con esa persona
- Marina está triste, lo peor es enamorarse de alguien que no te ama, pero no te preocupes, conocerás a alguien más
- Dudo - Marina tenía ojos tristes, no me agradaba en ese estado, la abracé y traté de consolarla, ella comenzó a llorar traté de escucharla, hablamos mucho tiempo, vi que Carol me miraba por la ventana todo el tiempo esperaba que no estuviera celosa de Marina
Casi todo el día no vi a Carol para hablar con ella, después de hablar con Marina, comencé a limpiar arriba a madres solteras con niños, hablé un poco con Cris, y ni siquiera me di cuenta cuando eran las 10 p.m. Nunca tuve tantas cosas para hacer desde aquí estoy, me sentí mejor, sentí que volvía a mí mismo. Cuando regresé a mi habitación, encendí la luz y encontré a Carol esperándome en mi cama.
- ¿Que haces aqui? - pregunté sorprendida, cerrando la puerta con la llave - Alguien podría verte
Carol sonrió, estaba cubierta con una toalla luciendo hermosa
- Nadie me vio - respondió lentamente acercándose a mí - No nos hemos visto en todo el día, y me perdí
- Yo tambien, pero tenia algunas cosas que hacer, pero pensé en ti todo el día".
- ¿Todo el dia? Pasaste la mitad del día con tu psicólogo
- No estás celosa de Marina, ¿verdad?"
- ¿Debería?
- Esta es mi amiga, me ayudó mucho
"No deberías abrazarla tanto", respondió Carol con pucherito.
- Mis brazos, mi corazón, todo soy tu cupido, ¿cómo te lo puedo probar?
Me acerqué a ella, me paré detrás de su espalda, le aparté el cabello, olía tan bien a fresas que me encantaban, besé su cuello y mis dedos pasaron suavemente sobre sus manos, la escuché gemir mientras volvía a besar su cuello y esta vez lamí su lóbulo de la oreja con mi lengua. Yo la abracé
- Te extrańe- escuché gemir a Carol en mis brazos- te quiero, te amo
Estábamos parados frente al espejo en la habitación, vi como su rostro estaba lleno de emoción, lentamente le quité la toalla, no tenía nada debajo estaba completamente desnuda, mis manos inmediatamente empezaron a masajear sus pechos, ella se acurrucó contra mí, respirando pesadamente y gimiendo.
- Eres mía - le susurré besando su oído - ¿Ves cómo puedo llevarte a tal estado?
-Solo tú- , susurró Carol, cerrando y abriendo los ojos con el deleite que le estaba dando, finalmente se volvió hacia mí y me besó más apasionadamente con cada momento que pasaba.POV AMELIA LEDESMA
Solo Luisita me llevó al cielo con su mirada, ella era como una droga, la besé, besé un ángel o un diablo, le quité la blusa y los pantalones, adoré sus pechos, le di la espalda y tomé mi mano, la acompañé a la pared
- Te quiero follar hoy, como nadie antes te follaba- , le susurré al oído
- Me gusta eso - respondió Luisita - Haz conmigo lo que quieras
La agarré del cabello y la empujé a la cama, comencé a acariciar sus nalgas besándolas suavemente, y azotándolas, noté que a ella le gustaba mucho, le devolví el beso, hice de todo para que nadie nos pudiera escuchar, aunque era duro, era difícil encogerse de gemidos y grito de placer, Luisita se soltó y ahora estaba sentada encima de mí, estaba frotando mi muslo contra su entrepierna, estaba tan húmedo, caliente, ella besó mis pechos, mordió mis pezones con fuerza y chupó todos mis pechos, los cuidó muy bien, me tapé la boca manos para no gemir pero yo no podía, era duro en el convento, finalmente cuando Luisita bajó y empezó a acariciar mi clítoris, sentí que me iba a la deriva, que estaba en el cielo o en el infierno, sus dedos y lengua me daban placer, me temblaban las piernas Me costaba respirar cuando su lengua vagaba de vez en cuando en mi zona, mis caderas se movían automáticamente, sentí que de inmediato me corro en la cara de Luisita, no podia mas, pasé casi toda la noche en la habitación de Lui coladores, no podíamos quitarnos las manos de encima, hicimos el amor y no dormimos, y fue así hasta las 5 de la mañana cuando salí de su habitación, esperaba que nadie me viera, qué equivocada estaba ...
- Carol, ¿qué haces aquí? - oí una voz de mujer, sentí que me moriría de nervios y vergüenza ...

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Secretos de la Luna Llena
RomanceTodos han pasado por muchos momentos difíciles y hermosos en la vida, todos en la vida se buscan a sí mismos, así es Amelia Ledesma - logró el éxito, desde pequeña soñó que sería cantante a pesar de las objeciones de su padre - Tomas Ledesma - un mi...