CAPITULO 39

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POV AMELIA LEDESMA

Ahora entendí la tristeza en los ojos de Luisita, esperaba que gracias a que finalmente se abrió, tendría un corazón tranquilo, supe que yo siempre estaría con ella, es el amor de mi vida, la dejé sola porque se durmió, estaba cansada y dejé a Marina al jardín.

- ¿Qué piensas? - Yo pregunté

- Creo que Luisita sufrió mucho que el corte le causó dolor, pero también se olvidó de lo desagradable que le pasó en su vida, espero que eventualmente deje de culparse.

- También espero que sepa que siempre puede contar conmigo, siempre estaré con ella

"Ella lo sabe con seguridad, pero tú también debes luchar por tu vida".

- ¿Qué quieres decir?

- Tampoco puedes esconderte por el resto de tu vida en el monasterio, un día tendrás que dejarlo y enfrentarte a tu padre

- No es tan simple, Marina.

- Lo sé, pero eres una adulta, no puedes huir de tu padre, tienes que tomar tu vida en tus propias manos, no tienes 15 años pero eres una mujer adulta estamos en el siglo XXI, tienes que enfrentarte a tu padre y a ti misma, confesar que eres lesbiana

Marina tenía razón, pero yo tenía miedo y no quería poner en peligro a mi mamá, sé que huir nunca ayudará, pero ayudó, conocí a Luisita y solo quería pensar en el futuro con ella.

- ¿Quieres casarte con Luisita en el futuro? ¿Quieres seguir cantando?

- Claro que si

- Entonces, las dos tienes que tomar decisiones importantes en tu vida, nunca es fácil, pero no puedes vivir en tal escondite

- ¿Y tú y Ana?

- ¿Con Ana y yo? No entiendo

- Nos aconsejas y no te peleas

- ¿Por quién debería luchar? Ana es monja y no hay vuelta atrás

- Siempre hay una salida, tienes que luchar por ella si la amas, también debes ser feliz

Marina también tenía problemas con amor, ni ella ni Ana podían admitir que sus sentimientos hace mucho tiempo debían estar juntos y luchar el uno por el otro, pero con ellos no fue una situación fácil porque Ana era monja. Me despedí de Marina y volví al convento

- ¿Dónde estabas? Ana preguntó acercándose a mí

- Le estaba mostrando a Marina, estábamos con Luisita

- ¿Marina estuvo aquí?

- Sí, como sabes, Luisita es psiquiatra y estábamos con ella .. Definitivamente todavía está esperando un taxi, tal vez ve a saludarla

Vi que Ana tenía muchas ganas de conocer a Marina, pero me contuve.

- No es la mejor idea, quizás en otro momento.

- Ana .. ve a saludarla - le guiñé un ojo - Estoy seguro de que estará feliz de verte

- Quizás en otra ocasión, solo quería preguntar cómo se siente Luisita

- Es mejor y eres terca- , suspiré.

- por favor Amelia .. está bien como está - sonrió tristemente

No quise persuadirla para que hiciera nada pero vi que ella quería estar con Marina ahora, al igual que Marina con ella, en ese momento estaba más feliz de tener a Luisita en mi vida y aunque en secreto podía ser feliz con ella.

Secretos de la Luna LlenaOnde histórias criam vida. Descubra agora