11. Steter

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Hace varios meses, en una librería del centro de Beacon Hill, Peter y Stiles se conocieron.

El mayor, que lo había olido nada más entrar, se acercó al joven y le hizo una pregunta sobre uno de los libros que tenía en las manos.

Stiles, como ya lo había leído, le respondió. Después de eso, ambos siguieron hablando por horas sobre otros libros.

A la hora de despedirse, Peter le dio su número con la esperanza de que el menor se comunicara con él.

Esa misma noche recibió un mensaje, que lo invitaba a cenar.

Desde ese entonces comenzaron a salir de forma regular hasta que hace unos días ambos habían decidido casarse.

Peter le había contado a Stiles sobre Thalia por eso, el menor, no se sorprendió cuando la Alfa interrumpió en su casa como dueña y señora.

El joven intentó entablar una conversación pero viendo que ella no daba indicios de querer dirigirle la palabra, se comunicó con Peter a través del enlace mental de alma gemela. Por suerte el mayor estaba a solo a unas calles.

— Hola Thalia, no sabía que vendrías a visitarnos.— dijo Peter al entrar a su casa. Inmediatamente se acercó a Stiles y lo cubrió con su cuerpo.

— Era la idea hermano. — respondió Thalia poniendo sus ojos de alfa.

— ¿A qué debo este placer?

— Vi que te conseguiste una nueva mascota. — Stiles puso sentir como Peter se tensaba.

El joven aprovechando que estaba detrás del mayor colocó su mano debajo de la camisa que traía para tocar su piel. Al contacto, Peter se relajó visiblemente.

— Y yo veo que no cambiaste mucho en el ámbito de la sutileza.

— ¿Cómo quieres que lo llame?

— Tal vez podrías empezar por llamarme por mi nombre. Por si no recuerdas, hace dos minutos me presenté. — respondió Stiles saliendo de detrás de Peter para enfrentarla.

— ¡Oh cariño! Si me tuviera que aprender el nombre de cada pareja que Peter ha instalado en esta casa podría haber escrito un directorio.

Esas cosas no afectaban a Stiles. Su esposo le había contado todas las cosas importantes sobre su vida.

De todas formas, el lobo atrajo al castaño nuevamente detrás de él para evitar que su hermana lo lastimara.

Peter sabia que su Thalia era capaz de cualquier cosa.

— Veo que aún te ciega la necesidad de controlarlo todo, hermana.

— Cuido de mi familia. Siempre tengo que cuidar de vos. Si no fuera por mi estarías en un lugar de mala muerte.

— No necesita que lo cuide señora. Peter es un hombre adulto que tiene una vida propia.

— ¿Y vos sos parte de esa nueva vida? Eres ingenuo humano, el sólo está con vos porque eres fácil. No me sorprende que te guste tener sexo con hombres lobo. ¿Cuánto cobras? Tal vez mi marido y yo te llamemos.

— No se quien te crees que eres para tratarme así pero yo no soy ningún prostituto. — Stiles salió de detrás de Peter quedando a su lado. La miro a los ojos y siguió hablando. — Tu hermano y yo estamos casados tanto para tu mundo como para el mío. Agradeceríamos, teniendo en cuenta que no viniste a felicitarnos, que te retires.

— No puedes echarme, está casa es mía.

— No. Esta casa está a mi nombre. Ya escuchaste a mi compañero Thalia. Si no quieres tener problemas será mejor que te retires.

— ¿Qué puede hacerme un simple beta?— preguntó Thalia sobradora. En respuesta, Peter cambio sus ojos mostrando un rojo tan oscuro como los que antes había mostrado ella. —¿Cómo pasó eso?

— No te incumbe como sucedió pero dentro de poco iré hablar contigo sobre el territorio.

Después de eso, Thalia simplemente se alejó dejando la propiedad. Peter y Stiles se abrazaron y se encaminaron hacia la cama para acurrucarse.

Peter se apoyó contra el respaldo de la cama y Stiles sentó entre sus piernas apoyando su espalda sobre el pecho del mayor.

— ¿Te parece que esto es lo mejor? — preguntó Stiles sin girarse.

— Así lograremos estar más tranquilos.

— Tengo miedo que quiera hacerte daño ahora que sabe la verdad.

— No te preocupes, mañana hablaré con ella.

— Voy a acompañarte.

— No, vos quédate acá, no quiero que Thalia se entere. — dijo Peter colocando las palmas de sus manos sobre el vientre casi plano del menor. — Tuvimos suerte de que estuviera tan enojada como para detenerse a usar su olfato lobuno.»

— Tuvimos suerte. Te amo Peter.

— Yo los amo más.

Stiles giró su cabeza para poder ocultar su cara contra el cuello del menor y sonrió mientras Peter comenzó a contarle a la panza, de nuevo, como sus padres se habían conocido.





Holaa
¿Cómo están?
Espero que les estén gustando mucho los capítulos.
No se olviden de pasar por la nota final...
XOXO

Teen Wolf: ONE SHOTS IIWhere stories live. Discover now