Capítulo 4

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«Días después»

Enero 20, 2021.

Ha pasado más de una semana lenta y pesadamente, he tenido reuniones con los socios del hotel que esta en construcción, las cosas van más rápido de lo que pensábamos, en unos cuantos meses el hotel estará listo para abrir sus puertas.

Y con eso la contratación de personal capacitado para cada una de las áreas, en especial los de marketing y publicidad. Ellos son los que "venden" prácticamente, la imagen del hotel, son muy importantes. De contratarlos a ellos, me haré cargo yo. Nada mejor que hacer las cosas por tu cuenta.

—Señor Torricelli, el señor Becker está aquí— Avisa Elena por el teléfono.

—Dígale que pase, por favor—Contesto, revisando los documentos en mis manos.

Dominik entra con su andar elegante e imponente— Por lo menos él si lo es— al verme una sonrisa burlona se forma en su cara. Alzo una ceja interrogante.

—¿Qué haces aquí?—inquiero levantándome para saludarlo.

—¿Así me recibes, querido?—Imita una voz chillona, que hace que el oído me pite. Y yo que pensaba que el estúpido era Hoffmann. Ambos tomamos asiento.

—No sabía que la estupidez de Hoffmann se contagiaba, de haberlo sabido antes, mandaba a hacer trajes radioactivos, ¿O es que te volviste gay y Ariana lo notó y por eso no te presta atención?

—Con eso no me jodas— Masculla, serio—. Necesito tu ayuda—agrega.

—¿En qué la necesitas?—Apoyo mis brazos en el escritorio y cruzo mis manos.

—Enséñame a seducir—Suelta de golpe, frunciendo el ceño como si pedirlo le molestara—Mierda. Nunca pensé pedirte esto de verdad— rasca su cabeza en un gesto no propio de él. Al parecer le cuesta, si fuera alguien más ya me hubiera burlado, pero Becker de verdad está interesado en aquella mujer que ni atención le presta, supongo que por eso se siente más atraído.

Debe tener algo realmente especial como para que una persona tan cerrada como lo es Becker quiera intentar hasta lo imposible por llamar su atención.

—El misterio atrae, lo peligroso también y ni que decir de lo prohibido, pero como sé que tú de peligroso no tienes ni el nombre, conviértete en una combinación de lo prohibido y misterioso para ella, tengo entendido que su padre es un tirano así que ha de tener muchos límites inexplorados. Juega con su cuerpo, pero adueñate de su mente, si no invades primero su cabeza no tendrá caso hacer lo demás, el cuerpo reacciona a cualquier toque y eso lo puede recibir de cualquiera, ¿no?-cuestiono, sabiendo ya la respuesta.

—Eso lo sé, maldita sea. Es lo que me jode. Cualquiera allí afuera puede interesarse en ella, puede conseguir lo que yo no he podido y me cabrea pensar en eso. No sé que tiene esa mujer que me vuelve loco y ni siquiera un beso de los buenos he podido darle— Se exaspera solo, afligido. Joder.

No quiero sentirme así.

—Logra hacerla sonreír, esa siempre funciona, si no logras tan siquiera tener un mínimo de su sonrisa, eres un idiota—comento—, aunque bueno, idiota ya eres— Me encojo de hombros. No pude contenerme más.

—Deseo ver a Julián y a ti perdidos por una mujer, quizá así te cause más gracia— dice sonando victorioso. Mi risa se detuvo de golpe. No, ni siquiera quiero contemplarlo—Carajo. Parece que dije que tu madre murió— Lo miro mal. Esa es una muy mala comparación. Y no tiene ni sentido.

Tentación italiana (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora