Mi lindo Omega

8: Muriendo de ternura

En la sala, Seokhwa se durmió en el hombro de Yohan, ambos habían estado disfrutando de un drama junto a los progenitores de los omegas pero por tantas emociones esos dos se quedaron dormidos.

-¿Los despertamos?.

-No -Negó su esposo- Dejemos que descansen un poco más.

-Tenemos que comprar más suplementos para Yongha, va a ser duro cuando Junseo se vaya.

-Es cierto, ¿Quieres que te acompañé?.

-No, puedo ir sola.

-Hmmm....

-¿Prefieres ir tu?.

-Si, solo mándame un mensaje cuales tengo que comprar para no equivocarme, mientras, ¿Esperas al Alfa que pretende a nuestro niño?.

-De acuerdo, suena bien.

Al final el padre termino yéndose a comprar suplementos para sus hijos, en cambió, la madre se quedo esperando al Alfa que pretendía su pequeño niño. Tenía curiosidad sobre ciertas cosas y necesitaba averiguar porque resulto ser diferente para Yongha y Seokhwa.

-Volviste.

-Si, lo siento por volver tan tarde.

-No te preocupes por eso.

-¿Dónde esta el señor Yoo?.

-Mi esposo fue a comprar suplementos para mis niños.

-Entiendo, ¿Tiene hambre? -Preguntó educado Donghan- Puedo cocinar para ustedes.

-No, es mi deber cocinar para ustedes -Respondió la señora Kang.

-No, no es su deber, déjeme cocinar.

-De acuerdo.

El Alfa Kim no lo sabía pero la madre de su chiquitín le había tendido una trampa. La señora Kang debía asegurarse que su pequeño niño sería acortejado por un buen Alfa, si bien, Donghan ha pasado mucho tiempo en su casa y había demostrado sus buenos modales, una madre debe asegurarse al 100%.

Apenas Donghan camino hacia la sala pudo ver a su chiquitín junto a su hermano durmiendo, una enorme sonrisa apareció en sus labios viendo lo tiernos que se veían. Sin pensar, se sacó la campera que llevaba puesta y los cubrió en ella, no podía dejar que murieran de frío. Luego camino hacia la cocina abierta para preparar algo de comer, seguro cuando despierten tendrían mucha hambre.

" Tiempo más tarde ".

Cuando el padre llego, se encontró con la grata sorpresa del Alfa mayor cocinando, su esposa solo veía cada movimiento de Donghan, cada movimiento se veía natural, lo cuál los sorprendió bastante.

-¿Siempre cocinas? -Preguntó el señor Yoo.

-Si, me gusta cocinar -Respondió Donghan- Junto a mamá, trato de enseñarle a Junseo.

-¿Y Yohan?.

-Él quemaría la casa.

Unas risitas salieron de los labios del los mayores, podían imaginarse eso si sus niños cocinaban. Por esa razón, nunca los dejaban acercarse.

-Pronto estará la comida lista, ¿Puedo ir al baño un momento?.

-Por supuesto, nosotros nos encargaremos.

-Gracias.

Donghan le dio una última mirada a su chiquitín y a su hermano viendo lo lindos que se ven. Se dirigió al baño, necesitaba urgente hacer sus necesidades, había estado aguantando desde que salió del club de la escuela.