EL PROFESOR PARK || ym

CAPITULO 27

|| La Cena más Tensa del Mundo ||

Una vez aclararon que YoonGi no era un vagabundo, ni un delincuente, ni un traficante de drogas, hicieron pasar al pálido por fin, la cena fue servida por Roseanne y la Sra. Park, mientras JiMin y su padre junto a YoonGi estaban sentados en las sillas del comedor del pelirosa. El hombre no despegaba su vista del pálido, era como si gracias a aquello descubriría los secretos mas recónditos de YoonGi, por lo que este se hartó de eso. Le devolvió la mirada.

—¿Qué me mira tanto? ¿Acaso le gusto? Si es así lo siento pero yo voy por su hijo— no era una broma, él lo dijo malditamente en serio.

—Eres un irrespetuoso— negó el hombre, agachando la mirada mientras suspiraba —YoonGi, ¿cierto?— el pálido asintió con pereza —¿Al menos te dedicas a algo deporable?— alzó una ceja.

—Gracias a Dios no trabajo— respondió con una sonrisa —Sigo estudiando— se encogió de hombros.

—¿Cómo? JiMin ¿estás saliendo con un estudiante tuyo?— preguntó defraudado, y justamente llegaron las mujeres a sentarse en la mesa —Mujer, tu hijo está de novio con un rebelde chiquillo de escuela— le informó.

La Sra. Park lo miró con el ceño fruncido —¿Es eso cierto?— cuestiona a su hijo.

—Si y… no, YoonGi es un estudiante mío, si, pero no es un rebelde chiquillo— rodó sus ojos.

—Tengo veintiuno y lo que me cuelga le aseguro que de chiquito no tiene nada—

Todos quedaron en silencio, a excepción de Rose, la cual se estaba ahogando con su saliva al querer reírse fuertemente. JiMin se mordió los labios con nerviosismo, y luego fingió una risa muy actuada.

—Nuestro YoonGi es un muy buen comediante, ¿no es así? Ah… ¿por qué no damos las gracias para comer de una vez?— su prima lo ayudó con una risa también.

—Sí, demos las gracias— la Sra. Park, con elegancia tomó la mano de su esposo y luego la de su sobrina, esta tomó la mano de YoonGi y él la de JiMin, este entonces agarró la de su padre —YoonGi, ¿puedes dar las gracias?—

—Claro— asintió sin problema —Gracias— agradeció.

Roseanne no pudo más y estalló a carcajadas.

—A Dios— aclaró JiMin a su costado.

—Gracias, Dios— besó su dedo y apuntó con este al techo.

Al final fue la mujer la cual bendijo la comida. Cada uno tomó su cubierto y comenzaron a comer. YoonGi comía como un puerco a comparación de los demás en la mesa, y es que entiéndanlo; él se había salteado la hora del almuerzo, practicó mas de dos horas básquet y luego fue agredido por dos ladrones. Estaba sin energías y con un hambre abismal. La señora suspiró tratando de calmarse por como veía a YoonGi despedazar el pollo con su tenedor sin usar su cuchillo.

—¿Y c-cómo te va en la escuela?— pregunta la señora, tratando de ignorar el hecho de que YoonGi haya hecho caer arroz con un poco de salsa al mantel blanco de la mesa —Ay nene, comé bien— frunció su ceño. Bien, ella no podía ignorar eso.

—Me va de maravilla— hizo un redondo con su pulgar e índice, mientras a los otros tres dedos los mantenía levantados. Luego con la mano sobrante él comió otra cucharada de pollo con arroz —Enamoro hasta a los profesores— dijo con doble sentido. JiMin le sonrió rodando sus ojos.