Destinados a ser [Julinn ☾ soulmates au]

mundo real || dos

—Garnier, si tus amigos van a venir a visitarte, diles que al menos deben consumir algo en el bar —dijo su jefe. Su voz, que apareció de la nada, lo asustó un poco. Julien giró a verlo confundido. Su único amigo estaba viviendo en otro país y ni siquiera sabía en dónde trabajaba.

—¿Cuál amigo? —preguntó para quitarse la duda, Julien miró a todos lados, a ver si algún rostro se le hacía conocido—. No conozco a nadie aquí.

—Pues el tipo que está sentado en la mesa cuatro, insiste en verte y dice que es un amigo tuyo. —El señor movió las manos y negó con la cabeza—. No me importa tu vida o la suya, lo único que pido es que, si alguien viene a verte, que consuma y no ocupe un lugar. Ahora vete —mencionó fastidiado. Odiaba que utilizaran su preciado tiempo en tonterías.

Julien solo asintió un poco y se dirigió a la mesa donde «su amigo» lo esperaba. Lo observó de forma detallada, era flaco, tenía ojos grandes y saltones. Miraba su reloj cada dos por tres. Se veía ajustado de tiempo, como si estuviese a punto de salir corriendo. La descripción a los ojos de Julien no era tan errónea, porque cuando el tipo lo vio, suspiró aliviado y sacó un papel de su bolsillo.

—Quinn Houston —dijo apuntado el papel—. Es tu alma gemela.

El muchacho se echó a reír y negó un poco con la cabeza.

—Eso no existe. ¿Solo venía para eso? Porque si es así, me voy.

—¡¡Espera!! No tengo mucho tiempo. —Miró a todos lados y luego llevó sus ojos saltones al chico—. Tienes que buscarla. Ustedes se van a encontrar, pero debe ser pronto. El tiempo se acaba.

—¿Qué tiempo? ¿De qué habla? —interrogó, se veía realmente preocupado y eso alertó a Julien.

—Falta poco. Ella podría venir, pero sino, heladería Phill's. Ella siempre va ahí. —Volvió a señalar el papel con insistencia. Julien tomó el papel mal cortado entre sus manos para leer bien, y cuando alzó la vista para preguntarle quién era, él ya se había ido.

«¿Qué acaba de pasar» susurró.

Y giró un poco, encontrándose con su jefe frente a él. Se volvió a asustar.

—¿Vas a estar todo el día ahí, o vas a trabajar? Porque hay muchas personas haciendo fila para tener tu puesto.

Julien se rio.

—Vamos, Arnold. Ambos sabemos que no es cierto. Agradece que sigo trabajando para ti.

Dicho eso, terminó de girar y caminó hacia la mesa que debía limpiar, no sin antes chocar el hombro de su jefe con un pequeño empujoncito. Pero al moverse; el collar que llevaba empezó a brillar por debajo de su camiseta.

—¿Qué? —murmuró y lo levantó para ver bien lo que estaba sucediendo.

Su dije se puso de color rojo.

¡Nueva actualización! Estamos cada vez más cerca de que se encuentren, ¿o no?

JAJAJAJA, como verán, tendrán actualizaciones bastantes seguidas porque son narraciones cortitas, no se sorprendan si mañana o más tarde tienen otra. <3

Baaaai ✌🏻