capitulo 40

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Nathan me acompañó hasta mi casa, no sentia la necesidad de que me 'escoltara' pero fué algo dulce, lo admito. Pero, si Jason lo hubiera hecho... borré aquel pensamiento y continué caminando.

- Gracias Nat, pero de verdad también pude haber llegado a mi casa a salvo.- le dije.

Él se encogió de hombros, oh... ya entiendo, él quería estar más cerca de mí.

- Qué bueno...- me contestó a medias.

No supe que decir, entonces se me vino la idea de hacer algo, pero no estaba segura. Oh bueno, lo haría de todas formas.

- ¿Quieres entrar... por una botana o algo así? .- le propuse, él sonrió enseguida.

- Claro ;D

Saqué mis llaves de mi mochila, abrí la puerta y entramos. Dejé mi mochila en el sofá y fuí hacia la cocina.

- Ohhh valla, tienes un gran surtido de chatarra. - me dijo mientras yo abría el gabinete de la cocina, me reí.

- ¿Algo que quieras?.- le pregunté

- Hmmm,- estaba cerca de mí y se rascó la barbilla - Doritos estaría bien.

Los saqué y le dí la bolsa, tomé un plato y él me pasó los doritos, saqué el queso del refrigerador.

- Qué bonito collar de diamantes _______.- me dijo de repente.

Traté de no estremecerme al recordarlo... ¿Porqué aún traigo puesto esto? Él no me quiere, él me dejó .... de nuevo.

- Está lindo ¿no?..- le contesté con otra pregunta.

Nathan asintió con su cabeza y hundió un dorito en el queso derretido. Traté de que las lagrimas no llegaran a mis ojos, me senté a su lado y le dí una soda.

- ¿Y cómo está tu hermano? - me preguntó Nathan, oh ... mi hermano.

- Estará fuera en un mes... o eso creo.

Nathan asintió de nuevo y sacó su celular, comí un dorito y me dí cuenta de que Nathan me veía fijamente.

- ¿Estás bien? - me preguntó de repente.

Yo solo asentí y no lo miré, sentí de repente su mano sobre la mía, levanté mi mirada.

- Yo sé que su muerte te afecta mucho ____, pero no estas sola, no tienes que hundirte en el dolor.- me dijo Nathan con suaves palabras, traté de sonreir.

- No te preocupes.- quité lentamente mi mano que estaba debajo de la suya.

Nathan suspiró y me soltó, sabía que no quería hablar de eso. Comimos en silencio y de repente se levantó.

- Mejor me voy, gracias por los doritos _____, tengo que recoger mi auto.

- Cuando quieras Nat, adiós. Te veo mañana.

- Claro, adiós.

Escuché sonar la puerta cerrarse cuando se fué, subí las escaleras y tiré mi mochila sobre mi cama. Me miré en el espejo, veía cómo el diamante en el collar brillaba con tanta intensidad en el sol. Mis cortinas estaban recorridas hacia un lado para que la luz del sol entrara.

Caminé hacia la ventana y miré hacia afuera, luego me acerqué hacia mi joyero, mis manos temblaban mientras me quitaba el collar, no dejé de agarrarlo, lo veía con nostalgia. Jason me lo había dado, me quedé ahí peleando con migo misma, si tenerlo aún o no. ¿Jason aún me amaba? Entonces conseguí la respuesta, sí, me amaba.

Pero, ¿porqué cambió de idea justo cuando regresé a mi habitación anoche? Esa pregunta desató muchas otras que no podía responder yo misma. Suspiré y me puse de nuevo el collar. Tenía que encontrar a Jason y conseguir las respuestas

Enamorada de Jason  McCann (COMPLETA)Where stories live. Discover now