10. Nat, no quiero que te vayas

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De verdad, repetimos en cada capítulo la ilusión que nos hace cada comentario, pero es que es verdad y no podemos estar más contentas con el cariño que le estáis dando a esta historia que nació como una idea loca un domingo tonto. 

GRACIAS MIL


Y a partir de aquí, creo, que es cuando empieza la trama jajaja. Esperamos que os siga gustando tanto como hasta ahora

POV NATALIA 

El médico entró a la habitación y enseguida me echaron a mi. Antes de salir le volví a dar un beso a mi mujer y le dije que no se preocupara, que todo iba a ir bien. Salí de la habitación, dejando a los dos hombres con la bata blanca haciéndole preguntas a mi mujer, que pude ver como me miraba confusa antes de salir de la habitación.

Un buen rato después, que lo pasé en la sala de espera donde me habían mandado cada vez que pasaban los médicos a revisar que todo estuviera bien, me llamaron para que volviera a la habitación. En cuanto entré, entrelacé la mano de mi mujer y la mía. Noté que ella había llorado, pues tenía la cara con restos de lágrimas. !Menos mal que los médicos me dijeron que nada de alterarse! 

- Ya le hemos dicho a Alba que no se preocupe – empezó a hablar el médico con una sonrisa afable – le hemos hecho varias pruebas y está todo bien – la miré con los ojos brillantes, aún no me podía creer que mi mujer estaba bien – no tiene ninguna lesión cerebral ni nada que deba preocuparnos en la cabeza. Natalia, ¿tuvo Alba alguna situación de estrés antes del accidente? - ¿Cómo le explicaba toda la situación de estrés que vivíamos las dos antes del accidente? ¿Y si no era aconsejable darle la noticia, de que no solo de que no nos acabábamos de casar, si no que estábamos más cerca del divorcio que de celebrar el aniversario? No, no, divorcio no, negué con la cabeza con la idea de sacudirme esa palabra de mi mente y el médico lo debió tomar como una negación a su pregunta, porque siguió hablando – bien, en estos casos, es mejor no hacer nada, si en unos días sigue así, la derivaremos a un neurólogo. De momento, tómenselo con calma. Alba, descansa, el descanso es vital para que te recuperes bien.

- Muchas gracias, doctor - respondí, verdaderamente agradecida

- Nada, y, otra cosa, Natalia. Si necesitáis algo, toca el botón ese, es para eso, no hace falta que te recorras el hospital buscándome

- Gra- gracias – contesté bajando la cabeza y, supuse, que con la cara roja.

Los médicos salieron de la habitación dejándonos a solas de nuevo.

- Los médicos me han dicho que estamos en 2020 – sentía que iba a volver a volver a llorar si  seguía hablando, así que opté por tranquilizarla, ya habría tiempo de aclararlo todo

- Si, cariño, estamos en 2020, pero, todo está bien, ¿vale? No te preocupes por nada, ya has oído que, en cualquier momento, pasará y recordarás estos años, ¿vale? – y te decepcionarás tanto como yo cada vez que lo pienso, medité para mi misma.

- Vale - musitó

- Descansa un poco, ¿vale?

- Vale. Nat, no quiero que te vayas

- No me voy a ir a ningún lado, mi amor. Bueno, si me dejas, – bromeé - salgo a por un café a la máquina y vuelvo

- Vale - asintió a la vez que hablaba 

- Pero cuando te duermas, no pienso moverme de aquí hasta entonces – me sonrió y apretó el agarre de mi mano

- Te quiero mucho - me dijo y yo me quería morir allí mismo.

¿Te atreves a recordar?Where stories live. Discover now