Cantantes Omegas ||Joerick|Chrisdiel|| Terminada

Epilogo

Erick cuidaba a su pequeño cachorro de 4 años, era muy travieso.

La pequeña cachorra de Richard estaba con ellos y aunque el alfa quería pasar tiempo con su nena, sabía que en estos momentos era cuidar de su pareja.

Por otro lado Christopher tenía mellizos, al principio se asusto mucho ya que no quería pasar lo mismo con su primer cachorro, más Zabdiel lo ayudó.

En su etapa de embarazo, Zabdiel se volvió muy posesivo y territorial, algunas veces lograba causar mucho miedo, más sabia que su amigo no era capaz de lastimarlos.

—Mi princesa.

Era el moreno, el cual llegaba con su recién nacido.

—Papi —la morena se levanta con una sonrisa y corre haata su padre— ¿es mi hermanito?

—Si princesa es tu hermanito.

—¿Puedo jugar con él?

—Tal vez más adelante podrás jugar, pero ahora es momento de un baño.

—No quiero.

—Vamos princesa, si te bañas te compraré un helado.

—Que sean dos.

—Esta bien —sonríe— serán dos.

—Vamos entonces.

Richard agarra de la mano a.su hija y entra a u habitación.

Si bien cada uno tenía casa propia, realmente se había acostumbrado al grupo, contar chistes, cantar, comer.

Este hotel como lo llamaban los chicos era su lugar para ellos, totalmente suyo y sin compartirlo con nadie nada más que ellos y su familia.

En eso entran Christopher con sus dos pequeños, el cual llevaban dos años de edad.

—Chris.

—Hola Er ¿Qué haces?

—Ya sabes, cuidando a este diablillo.

—¿Y Joel?

—Fue a comprar algunas cosas para el niño ¿y Zab?

—Igual —ríe— además de que le va a comprar algunos juguetes porque los que tienen ya los rompieron.

Los dos cachorros ya sabían caminar, no muy bien, pero ahí estaban.

Chris nota que su hijo empieza a quejarse.

—¿Qué sucede amor?

El menor mira al hijo de Erick.

—¿Quieres jugar con Mark?

Solo se queja.

—Bien vamos con Mark —ríe.

—Mark, Josué quiere jugar contigo.

Los dos menores solo se miran y sonríen.

—En un futuro serán grandes amigos, estoy seguro de eso.

—Yo también.

Por su parte Nicol buscaba con la mirada a Aaliyah, a pesar de la diferencia de edad que había entre ellas, a ninguna les importaba, se entendían perfectamente.

—Aaliyah —susurra la menor.

—Aaliyah ya baja princesa, se está bañando.

—Oh.

—Llegué.

Zabdiel y Joel entran por la puerta, trayendo consigo varias cosas que algunos ni sabían que era.

—Papi.

—Mi princesa —sonríe el rubio— les acabo de traer a ti y a tu hermano muchos juguetes.

Se acerca al castaño y le da un pequeño beso.

—Demoraste mucho..

—No solo traje juguetes para los niños, si no también para ti..

El omega de tan solo pensarlo se estremece y se sonroja.

—Eres un pervertido..

—Solo contigo.

Después de que se alejaron, empezaron a sacar los juguetes.

Realmente los omegas nunca pensaron que su pareja sería alguno de sus amigos y lo mejor de todo es que algunas fans las apoyaban en eso.

Fue bueno el no dejar que los miedos lo consuman, que por ser un omega no puedes ser reconocido o por ser omega solo tienes que atender al alfa.

Esas ideas por alguna vez llegaron a pasar por sus cabezas, realmente pensaban que la vida de un omega era así, pero no, ellos no querían servir a un alfa, ellos querían crecer.

Tal vez en estos momentos ya hay omegas trabajando y estudiando por ser algo mejor, y que esas ideas erróneas de los alfas se fueran por completo.

—¿En que piensas chiquito?

—No es nada Joel —sonríe— te amo.

—Tú sabes que yo más.

—¡Nicol! —la pequeña morena salía de la habitación.

—Aali —sonríe.

Richard solo sonríe al ver a su pequeña feliz, nunca dejaría que la lastimaran.

Estaba feliz y ahora que tiene otro cachorro, lo estará más.

—No llores campeón, si lloras mamá no te dará de comer.

Como si lo entendiera, dejó de sollozar y lo miraba curioso.

—Eres una cosita bella —acaricia su mejilla, causándole cosquillas al bebé.

—Papi ven a jugar.

—Ya voy.

Los chicos estaban alrededor de sus hijos, jugando en algunas ocasiones con los juguetes que Zabdiel había comprado.

Fin