Capítulo 20

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Fue un mes maravilloso desde que Harry y Newt se habían casado y las cosas estaban tranquilas por una vez. Habían disfrutado pasar tiempo con sus familias mientras comenzaban a prepararse para la inminente llegada del bebé ahora que tenía ocho meses. Tuvieron otro chequeo con Marcia mientras Harry le había metido la nariz en tantos libros como fuera posible, aprendiendo sobre encantamientos que la ayudarían a mantener limpio al bebé (gracias a Dios que el mundo mágico tanto de esta era como del futuro tenía pañales mágicos autolimpiables ), así como hechizos domésticos y otros que la ayudarían enormemente una vez que tuviera un bebé que llorara y gritara.

Durante ese tiempo, Harry también escuchó del amigo de Dumbledore mientras continuaban escribiendo sobre lo que ambos habían descubierto sobre el polvo de perlas. Su conocimiento acumulado comenzaba a juntarse y Harry se sentía como si estuvieran a punto de abrirse paso. Una vez que pudieron reducir completamente la lista de propiedades en el anti-dote de la poción de amor y compararlas con las propiedades del polvo de perlas, deberían poder comenzar a crear una cura.

Después del breve período de paz que los recién casados ​​habían estado disfrutando, Dumbledore apareció en la puerta de su casa para reventar sin saberlo su burbuja cuando llegó con noticias de Grindelwald. "Hola Newt. ¿Te importaría terriblemente si te acompaño a tomar una taza de té?" preguntó a la ligera después de que el hombre de cabello castaño le hubiera abierto la puerta.

"Por supuesto que no, señor, por favor entre".

Newt llevó al hombre vestido de tweed a la sala de estar donde Harry ya estaba acurrucado en un sillón relleno junto a la chimenea, con una taza de té en la mano. Sus cejas se arquearon cuando sus ojos se posaron en Dumbledore.

"Hola profesor. ¿Qué está pasando ahora?"

El antiguo y futuro director de Harry la miró con expresión irónica. "¿Por qué asume que mi presencia aquí significa que algo debe estar pasando?"

"Porque nunca vienes a nosotros a menos que algo haya pasado y quieras pedir nuestra ayuda", replicó ella con buen humor, sus ojos verdes mirando con complicidad al hombre mayor. Desde que Newt había sido secuestrado, Harry sabía que Dumbledore nunca los molestaría con algo a menos que fuera importante. Tenía la sensación de que esto estaba relacionado con Grindelwald, lo que él confirmó cuando le respondió.

"Me temo que he escuchado algunos rumores de que Grindelwald está en algún lugar de Francia en este momento. Me da miedo pensar en lo que está haciendo y esperaba que tal vez Newt pudiera rastrearlo con la ayuda de sus maravillosas criaturas y tal vez su hermano. Creo que, en tu condición, sería mejor que te sentaras ".

A Harry le dio un vuelco el estómago ante la idea de que Newt fuera tras Grindelwald y pudiera volver a ser herido por él. "¿Y por qué no vas tú mismo?" ella miró a su antiguo mentor con juicio.

"Porque me temo que no podré hacer lo que hay que hacer", suspiró Dumbledore mientras se hundía en el sofá frente a ella mientras Newt entraba a la habitación con una taza de té para su antiguo maestro. "Grindelwald y yo ... compartimos un pasado juntos que me hace menos imparcial cuando se trata de él. No sé si podría enfrentarlo sin que las emociones influyan en mi juicio".

De acuerdo, Harry definitivamente no esperaba que el hombre reconociera su pasado con el mago psicótico. Ella esperaba que él le diera una respuesta vaga. La hizo respetar esta versión más joven del hombre al que había conocido más de lo que lo había respetado en su línea de tiempo. "Puedo entender eso" y ella podría. Apenas había tenido la mente clara cada vez que se había enfrentado a Voldemort. O Peter Pettigrew para el caso. O Sirius cuando pensó que había traicionado a sus padres. "Pero vas a tener que enfrentarte a él eventualmente, lo sabes, ¿verdad? No puedes evitarlo para siempre".

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