Apostando por tu amor

Capítulo 36

Ya había anochecido, las estrellas brillaban y las personas dormían..... a excepción de unas pocas, una de ellas era Thetis, quien estaba haciendo una videollamada con Kanon

Thetis: Te tengo que contar algo

Kanon: ¿que cosa?

Thetis: ¿recuerdas ese folleto sobre el concurso de escritura que iba a organizarse?

Kanon: si ¿que pasa?

Thetis: me inscribí al concurso y ya envié mi texto

Kanon: eso es increíble, espero que ganes

Thetis: gracias ¿y tú que me cuentas?

Kanon: no mucho, lo mismo de siempre

Thetis: la rutina es mala para la salud

Kanon: ¿ah si? ¿quien dijo eso?

Thetis: la doctora Thetis, así que mañana tú y yo haremos algo divertido

Kanon: ¿como que?

Thetis: no lo se, vamos al lago, veamos una película a blanco y negro, que se yo, algo divertido que nos saque de la rutina

Kanon: ya se me ocurrirá algo

Mientras ellos platicaban, Esmeralda daba vueltas en su cama tratando de dormirse sin conseguirlo, se giró a un lado y vio su patineta, le traía varios recuerdos y la mayoría estaban relacionados con Ikki, el día que se conocieron y ella chocó con él, aquella vez que fueron a una competencia de trucos en patineta, cuando ella se fracturó el brazo y a Ikki se le partió el labio, cuando Ikki trato de presumir sus trucos y se terminó cayendo y muchos más recuerdos. Luego de la charla con su tío Albiore, empezó a preguntarse a si misma ¿tendría razón en que al final Ikki si se había enamorado de ella? No lo sabia y la duda la estaba torturando, volvió a girarse y quedó mirando el techo, en un silencio sólo interrumpido por sus propios pensamientos

Pero aquellas dos rubias no eran las únicas que no pegaban ojo, Seika acariciaba el cabello de Seiya mientras esperaba que el castaño abriera sus ojos y fuera el chico hiperactivo de siempre. La castaña observaba a su hermano menor, tantos años cuidandolo habían hecho que se preocupara más por él que por el resto del universo

La mañana llego con el sol más brillante que de costumbre y una pelirroja comenzaba a despegarse luego de haber dormido en las sillas de la habitación del hospital

Marin: Malditas sillas del Hades me dejaron con tremendo dolor de espalda..... necesito un café con azúcar

La pelirroja se levantó de la silla donde había dormido la noche anterior, salió de la habitación y se dirigió hacia la cafetería que estaba ubicada en el primer piso del hospital, al llegar, aprovechó que no había fila y fue directo al mostrador

Marin: Buenos días

Cajera: Buenos dias ¿que te puedi dar?

Marin: dame un café tamaño grande con dos cucharadas de azúcar, otro café tamaño grande sin azúcar y con leche y dos sándwiches de queso, por favor

Cajera: claro, en unos momentos estará listo

Marín: gracias

La mujer le entregó su pedido y Marín subió nuevamente al piso donde estaban sus hermanos, entró a la habitación de Seiya y vio que Seika ya estaba despierta

Marin: Buenos días, traje desayuno

Seika: Hola, gracias

Marin: ¿dormiste bien?

Seika: para nada, me tarde bastante en quedarme dormida y además estas sillas son super incómodas

Marín: te entiendo

Seika: ¿ya viste a Aioria?

Marin: aún no

Seika: ve, se que lo necesitas

Marin: de acuerdo, vuelvo pronto

La pelirroja salió de la habitación y se encaminó a donde estaba su novio y su cuñado, entró a la habitación y s encontró con Aioros

Aioros: Viniste más pronto de lo que pensé

Marin: necesitaba verlo

Aioria estaba casi en las mismas condiciones que Seiya y Touma, unas vendas por aquí, otras vendas por allá y varios golpes, al verlo a Marín se le aguaron los ojos y Aioros se acercó a abrazarla

Aioros: se que debe ser difícil para ti

Marin: mucho

Aioros: van a estar bien, ya lo verás, deshacerse de ellos es más complicado

Marin: espero que tengas razon

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Nuevo capítulo!!!
Me gustó mucho y espero que a ustedes también