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Cuando Kara llegó a su hogar tuvo que comportarse como una buena esposa e ignorar sus deseos de llevar a su esposa a su habitación con la máxima rapidez posible y desnudarla con apremio para tomar su dulce cuerpo una y otra vez bajo las sábanas.

Frustrada e irritada, tuvo la paciencia de presentarle uno por uno a sus sirvientes. Luego, dispuesto a concederle un tiempo prudencial, le mostró sus aposentos privados, consistentes en una elegante recámara con una hermosa cama con dosel, una elaborada cómoda, un amplio vestidor y, por supuesto, la puerta que comunicaba con su propio dormitorio. 

La dejó en su habitación y marchó hacia su estudio decidido a esperar un poco, a no apresurarla en nada. Después de todo, la noche anterior la había tomado con brusquedad y medio borracha. Aún no sabía cómo ella se había dignado aparecer en la boda en lugar de huir asustada como hubiera hecho cualquier otra mujer. Pero su mujer no era como ninguna otra, y eso la hacía sentirse afortunada, pues todo hasta ahora daba muestras de que su matrimonio nunca llegaría a ser aburrido.

Después de tan sólo unos minutos en el estudio, Kara decidió que ya había esperado bastante y se adentró en su dormitorio dispuesto a utilizar la puerta que comunicaba con el cuarto de su esposa, pero no tuvo que hacerlo. 

Lena la esperaba en su lecho, desnuda.

Se hallaba cubierta parcialmente con una blanca sábana de seda que se amoldaba sensualmente a las curvas de su cuerpo. Una de sus piernas, al igual que su brazo izquierdo, se extendía hacia un lado del lecho buscando su presencia. Aunque se hallaba dormida, Lena la excitaba intensamente con la desnudez de sus hombros y su sinuosa espalda. La tela que cubría su cuerpo se deslizó con cada una de sus acompasadas respiraciones y mostró sus exuberantes senos, cuyos pezones, ante el frío de la noche, se irguieron provocativos.

Kara no pudo evitar acercarse a su mujer y tumbarse junto a ella; sonrió al ver prendida en el cuello de Lena su valiosa moneda y se alegró ante la perspectiva de arrebatársela de nuevo. Pero en esos instantes le interesaba mucho más desvelar ante sus ojos el bello cuerpo de su esposa y satisfacer las exigencias de su enervante miembro, que le reclamaba que se hundiera fuertemente en Lena, poseyéndola con la pasión arrebatadora que habían compartido la noche anterior. 

Lena se movió en sueños, poniéndose boca abajo.

Kara sonrió ante la visión de sus hermosas posaderas y decidió despertarla de su profundo sueño de una forma que satisficiera a ambas, así que recorrió su desnuda espalda con delicados besos que la hicieron estremecer, y con lentitud llegó hasta su tentador trasero, lo acarició con lentitud con una de las manos, que luego introdujo entre sus piernas buscando su húmedo interior.

Lena, todavía algo adormilada, alzó sus nalgas en busca del placer que hacía arder su cuerpo.

Kara elevó el excitado cuerpo de su mujer cuando ésta apenas había comenzado a despertarse y la colocó de rodillas en su lecho mientras se incorporaba desprendiéndose con rapidez de sus ropas. Lena, desorientada y algo confusa, miró a Kara por encima de su hombro. 

-Kara, haces? -preguntó ruborizada.

 -Despertarte como te mereces, mi amor. -Kara sonrió lujuriosamente a la vez que se acercaba a su cama, permaneciendo de pie tras Lena. 

-Pero Kara, esto no es decente -comentó Lena avergonzada. 

Kara ignoró las inocentes protestas de ella, dirigiendo una de sus manos hacia sus sinuosos pechos para luego acariciar uno de ellos con deliberada lentitud desde detrás de su esposa mientras su otra mano buscaba su sensible clítoris, que adoró con sus insaciables dedos.

Kara pegó su pecho a la espalda de su salvaje gitana y su rígido miembro quedó acunado por la redondez de sus nalgas. Lena enloqueció de placer cuando las manos de Kara jugaron a la vez con sus enhiestos pezones y su húmeda entrepierna. Se movió desesperada contra su erección, reclamándola, y Kara no se hizo de rogar: la cogió con brusquedad del pelo e incorporó levemente su cuerpo mientras la penetraba profundamente con su erguido miembro. 

Jugando la conquista #2 ♡Supercorp G!PWhere stories live. Discover now