Los Sanabdon son una Familia millonaria, en esa familia solo se habla de lujos, empresas, negocios, y así a sido desde siempre.
Natalia Lacunza que ahora tiene 19 años tuvo que vivir bajo las ordenes de sus padres, siempre las cumplió hasta que en s...
Había mucha gente al rededor de la hacienda, el jardín estaba muy elegante, listo para ser cruzado por mi, a Carlos lo trajeron conmigo hoy en la mañana, estaban todos muy preocupados por mi, todos menos ella.... Le pregunté por Alba y me dijo que no sabía nada de ella, me dolió mucho que me dejara pero si seguía conmigo, si hubiera aguantado solo dos segundos más hubiéramos sido muy felices.
-que guapos están.
Entraron en la habitación, mis padres y los padres de Carlos, Ricardo Rigth me tomó de la mano y me la apretó como si estuviera dándome fuerza, me pareció tierno de su parte pero no era el único que estaba raro, mi padre también tenía la mirada perdida al igual que la madre de Carlos.
-Te ves preciosa Natalia, es un sueño verte vestida de blanco-Dijo con una sonrisa el señor Rigth que después de sus palabras se abalanzó a mi y me abrazó fuertemente, sobaba mi espalda con cariño y acunó mis mejillas entre sus manos- Estoy muy feliz.
Fruncí mi ceño al ver que estaba a punto de llorar, que emocional.
-Bueno... supongo que gracias, no es el día mas feliz de mi vida pero a nadie le importa. -Exacto, mejor cállate-Dijo Rocio- da una vuelta.
Giré sobre mi propio eje y miré la cara de aprobación de todos.
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-mi hijo también esta muy guapo.
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-Son la pareja Perfecta simplemente, en una hora empezarán a llegar los invitados, vendremos por ustedes.
Todos salieron de la habitación y solo me dejaron junto a Carlos el cual me examinaba con la mirada.
-Te ves muy guapa de blanco Natalia. -Y tú con ese traje-le sonreí- ojalá pudiéramos usarlos en la boda que de verdad quisiéramos. -A veces me pregunto porque nos tocó a nosotros? -No lo se, pero así fue.
Nos sentamos en la cama y recargue mi cabeza en su hombro mientras hacia caricias en mi cabello negro ya planchado.
-No paras de pensar en ella verdad?-Un suspiro se escucha en la habitación- -No puedo, la amo tanto y fuí tan estupida que la perdí, la única persona que podía sacarme de esta mierda se fue y no pude ni siquiera disculparme con ella. -Tranquila... se que os volveréis a ver. -No lo creo, estoy a punto de casarme contigo, cuando estemos unidos en esta ceremonia será cuestión de tiempo para que el mundo se entere. -Y quien dijo que no podemos buscarla después de casarnos?
