29. Todo por mi culpa.

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Canción en multimedia: FLETCHER, Kito - Bitter (ft. Trevor Daniel)


No puedo negar que siento cierto aire de nostalgia con la idea de volver a la vida normal. De nuevo vuelven los problemas y preocupaciones, fue bonito pasar un par de días lejos del ajetreo de la ciudad. Aunque tampoco es que no hubieran problemas durante estos dos días, pero fue bueno estar lejos de ese ambiente estresante. Ahora estamos en el auto en busca del camino de vuelta.

Agacho la mirada para ver a Blair durmiendo sobre mi pecho. No puedo evitar sonreír mientras pongo una mano sobre su melena despeinada. Se quedó dormida después de que nos despidiéramos de Charlotte. Siguió con esa idea ridícula de ir a una discoteca, sé que solo lo hace para desafiarme. Y por más que a mí me gustaría vivir ese mundo con ella, no hay que ignorar que está bajo amenaza y que en cualquier momento pueden hacerle daño. Eso no me lo perdonaría. Cada vez que alguien la amenaza, incluso cada vez que llora, recuerdo el porqué de todo esto. No puedo evitar sentirme así. Si hubiera sabido desde el principio el nivel de importancia que ella tendría para mí en el futuro, jamás se me habría pasado por la cabeza hacerle esto. Pero en ese momento no me importaba el futuro realmente, ni el mío ni el de nadie. Ahora estoy pagando las consecuencias de esa forma de pensamiento, pero teniendo a Blair en mis brazos no puedo evitar sentir a veces que debí tener un castigo más grande.

En el fondo, aún no estoy tranquilo conmigo mismo. No me siento bien, a pesar de que ella diga que ya me perdonó. A veces siento que muy en el fondo, no lo ha hecho.

—Gracias—dice una voz a mi lado.

Volteo a ver a Melanie.

— ¿Por qué?

—Por traerme—sonríe, mirando a Blair—. Por darme una oportunidad.

Asiento, pero no digo nada más. Solo espero haber tomado la decisión correcta respecto a eso. Tener a Melanie cerca podría reavivar ciertos temores de Blair, así que espero no estarme equivocando. Todos merecen una oportunidad mientras estén arrepentidos. O eso quiero pensar. Yo también hice algo horrible y fui perdonado. ¿Cuál sería la diferencia entonces?

Recuesto mi barbilla sobre la cabeza de Blair y cierro los ojos, dejándome mecer por los ligeros movimientos del auto hasta que no siento nada más.

Cuando llegamos a la ciudad Reed comienza a dejar a cada uno de nosotros en sus hogares. Incluso a Blair, ella se despide de mí con una mano y una sonrisa perezosa. Supongo que tendrá que dormir unas cuantas horas. Yo también, apenas llegue lo primero que haré será tirarme en la cama hasta que me vea obligado a levantarme.

—Nos vemos mañana en la oficina—sonríe Melanie cuando me bajo del auto.

—Claro—contesto, tratando de ignorar el hecho de que aún me molesta que ella esté ahí.

¿Está bien todo esto? Sin contar que aún tengo muchas preguntas. El hecho de que mencionara a Erika me inquietó un poco. La razón por la que corté con ella fue porque era algo enfermiza, tal vez estaba un poco loca. Y su reacción cuando terminé nuestra relación no fue muy buena que digamos. Pero Melanie y Erika nunca tuvieron una relación cercana.

Ahora me siento más inquieto que antes. Me adentro al edificio, pero me paralizo al verlo lleno de policías. Personas se mueven de un lado para otro y muchos toman apuntes. Trato de ignorarlos y subo al ascensor de camino a mi apartamento, pero no puedo evitar tener un mal presentimiento. Cuando el ascensor abre sus puertas, mis miedos se vuelven más grandes y se me sube la bilis a la garganta.

La puerta de mi departamento está rota.

— ¡¿Qué carajos?!

—Señor, no puede pasar.

Corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora