Capitulo 58

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Elody guió a la princesa al interior.

"Este es mi laboratorio y este es el invernadero".

"Vaya, ¿este es el laboratorio? Es asombroso ", dijo la princesa Larissa mientras miraba alrededor del laboratorio.

Por otro lado, Carolina estaba escaneando la habitación para ver si había algo sospechoso.


"El invernadero es por aquí", señaló Anna a la puerta que conducía al invernadero con una mirada severa en su rostro.

La princesa Larissa y Carolina luego se dirigieron al invernadero.

"Wow ... es encantador", exclamó Larissa.

Tan pronto como entró al invernadero, los aromas de la hierba fresca se quedaron en el aire.

"¡Está lleno de plantas que nunca antes había visto en toda mi vida, princesa!" Carolina dijo.


Luego, Elody explicó qué era cada una de las plantas, desde las hierbas que crecían en las montañas, el ginseng, el trigo e incluso las semillas de durazno. Estaba realmente orgullosa de su investigación.

Mientras tanto, la princesa Larissa se detuvo cuando vio un área llena de hermosas flores.

"¡Oh Dios mío! ¿Qué es esta flor, princesa? Es la primera vez que veo esto antes ... Carolina señaló la flor con una mirada curiosa.


"Es el Aperia ... ¿verdad?" Preguntó la princesa Larissa, sonriendo.

"Sí, es cierto", asintió Elody.

La flor de Aperia era una flor que solo apareció en el continente oriental.

Su tallo era como el tono de la hierba primaveral, y sus pétalos de un azul brillante eran tan delgados que incluso el aire, atenuado por las columnas de escombros y humo, podía brillar a través de ellos, otorgando un brillo sobrenatural.

También tenía una fragancia dulce que podía evitar que las plagas se le acercaran. Además, el tallo de la flor podría usarse como agente hemostático.

Elody pensó en plantar las flores de Aperia en el jardín de rosas después de dárselas a Iris.


Quería utilizar el vástago como agente hemostático, ya que podría ser útil en el futuro.

Además, las semillas de la flor de Aperia fueron proporcionadas por el propio Sirka.

"Pensé que nunca lo volvería a ver ..."

La princesa Larissa comenzó a llorar.

Cuando todavía vivía en el Castillo de Dayev, el invernadero que tenía con su madre estaba lleno de flores de Aperia.

Como a su madre le encantaban las flores de Aperia, la princesa Larissa también las empezó a querer.

Sin embargo, después de que el Imperio de Urta colonizara el imperio, se quemó el invernadero y también se demolió el hermoso castillo.

Fue imposible reconstruir el castillo.

Esa fue una de las razones por las que la princesa Larissa no quería regresar al Imperio Dayev.

"Pensé que no podría volver a ver las flores de Aperia pero volver a verlas en un lugar tan distante ..."

La princesa Larissa amaba mucho este invernadero.

El invernadero de la duquesa era mucho más amplio y mejor que el invernadero que tenía con su madre.

Si plantara todas las flores de Aperia en este espacioso invernadero, seguramente sería tan hermoso como el invernadero de su madre.

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