Cuando nadie nos ve || NicoMaki

•Capítulo 2•

(POV. Maki)

Terminó la práctica y fuimos a quitarnos la ropa del entrenamiento y ponernos de nuevo el uniforme.

Estaba recogiendo mis cosas dispuesta a irme a casa hasta que escucho a Nico-chan.

–¡Hola Maki! ¿Quieres que vayamos juntas a casa?

La miré un poco mal, para que se diera cuenta de que seguía enfadada por lo de antes.

–Maki, ya te pedí perdón.–Me dijo Nico-chan mientras hacía un puchero, adorable, pero no podría engañarme.

–No creas que sólo poniendo esa cara de niña buena harás que deje de estar enfadada por lo que hiciste.

–¿Eh? No puedes enfadarte con Nico-ni Nico-chan. Nico-chan está en el corazón de todos para hacerlos sonreír. ¡Nico Nico nii! ¡Anata no haato ni Nico Nico nii! ¡Egao todokeru Yazawa Nico Nico! ¡Nico nii te oboete rabu Nico!

Joder, ¿Cómo es que sabe perfectamente cómo hacer que me sonroje? Es demasiado adorable para mí. Esta vez ganas tú, Nico-chan.

–Vale, vale. Vamos juntas a casa, pero no vuelvas a hacer lo que hiciste antes.

–¡Love-Nico!

Después de eso escuché la voz de Nozomi. No me había dado cuenta de que estaba allí.

–¿Y ahora por qué te enfadas te con Nicocchi, Makicchi?–Diji Nozomi sonriendo, está acostumbrada a nuestras peleas sin sentido.

Me puse algo nerviosa. No podía contarle lo que realmente había pasado. Tenía que inventarme una excusa rápido.

–Emm bueno...–No tenía ni idea de que decir. Una suerte de que Nico-chan estuviera conmigo en ese momento.

–Maki se enfadó porque cuando fuimos al baño se cayó y yo me reí de ella.

GRACIAS NICO-CHAN.

–Oh, ya veo. ¿Estás bien Makicchi?

–Sí, tranquila, no fue nada. Sólo que me sentí muy avergonzada al yo estar en el suelo y Nico-chan riéndose de mi caída.

–Bueno, las dejo solas, adiós.–Dijo Nozomi alegremente

–Me debes una Maki.–Dijo Nico-chan al asegurarse de que Nozomi se había ido.

–Lo sé, lo sé. ¿Cómo quieres que te recompense?

–Ya sabes lo que quiero.

–¿A qué hora vuelve tu madre de trabajar?

–Vaya, no me esperaba que realmente quisieras hacer eso.

–¿Sabes que? Tienes razón, no quiero hacerlo. Me voy a casa.

Me di la vuelta y empecé a caminar.

–¡Espera Maki, no iba en serio!

Me di la vuelta para mirar a Nico-chan.

–¿Quieres que vayamos detrás de la escuela? Ya sabes, para hacer... Eso.

Nico-chan me sonrió ampliamente.

–¡Sí!

Fuimos detrás de la escuela y nos aseguramos de que no hubiera nadie mirando.

–Bien, haz lo que tanto querías hacer.–Dije con un tono frío. No estaba de acuerdo con eso que haríamos.

Nico-chan se acercó a mí y unió nuestros labios.

Al principio era algo calmado, pero al pasar los segundos Nico-chan lo iba haciendo más intenso.

Estaba empezando a gemir un poco. Maldita Nico-chan, ¿Cómo puede seguir haciendo eso sabiendo que estoy tan avergonzada?

Nico-chan metió su lengua en mi boca. Se sentía bien, aunque no quería admitirlo.

Después de unos segundos, Nico-chan apartó sus labios de los míos dejando un hilo de saliva entre las dos.

Nico-chan me sonrió.

–Te amo, Maki.

Me sonroje, si es que podía sonrojarse más en ese momento.

–Yo... Yo también...

–¿Tú también...?

MALDITA. Sabes que estoy sufriendo en este momento.

–También... Te...

–¿Sí?

–También te odio.–Dije finalmente. Decir "te amo" era demasiado complicado. Y además, en ese momento, lo único que sentía por Nico-chan era odio. Esa maldita... ¿Por qué me hace esto? La odio, pero también la amo.

–Maki~. No seas asi~.–Dijo Nico-chan, evidentemente, haciendo otro puchero. Me encanta cuando hace eso, y lo sabe, lo hace a propósito.

La odio, la odio, la odio, ¡La odio! ¡LA AMO! Siempre es lo mismo, odiarla y amarla.

–Te amo...–Dije en bajo tratando de que Nico-chan no lo escuchara.

Nico-chan sonrió, lo había escuchado.

–Volvamos a casa juntas, Maki.–Me dijo sonriendo.

–Sí...

Lo que no sabíamos en ese momento, era que había otra persona en donde nos estábamos besando.