Capítulo 5🌧

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Volví a ver tu cara, esa misma que me encantaba besar, sin saltearme una mínima parte. Esa misma que acariciaba con total suavidad, porque tu piel no merece ser tratada como menos. Esa misma en la que se deposita esa hermosa cicatriz sobre tu ceja que me encantaba admirar, porque demostraba lo valiente que eres al intentar proteger a todo el mundo.

También vi esos hermoso labios que amaba besar, que amaba morder, que amaba saborear. Esos mismos que siempre tenían un sabor a fresa impresionante, producto de tus desayunos o esos yogures que traías a casa para comer en la tarde.

Vi esos ojos, esos mismos que amaba llamar "rubíes", porque no había otra forma con la cual llamar tales diamantes que con solo verme, me hacían sentir especial. Esos mismos que brillaban hasta en la oscuridad de las noches más frías. Esos mismos que me calentaban en el crudo invierno, y eso que ni siquiera me tocaban.

Vi esas manos. Grandes e imponentes, esas mismas que amaba tener entre las mías, que amaba que me acariciaran, que me tocaran el pelo mientras dormía.

Vi tus brazos, esos mismos que amaba que me abrazaran, en donde me sentía más que protegido. Mi refugio seguro sin dudas.

Vi todo tu cuerpo, ese mismo que amaba ver cada día de mi vida, ese mismo que me hacia sentir bien, ese mismo que con solo rodearme, me hacia ver que en el mundo, no toda la gente es mala, sino que había alguien en quien confiar, alguien que siempre estaría ahí.

Amaba cada parte de ti, joder.

Pero ahora esos labios ya no eran suaves, estaban agrietados. Esos ojos ya no tenían ese brillo característico, estaban apagados. Esas manos habían perdido esa suavidad. Esos brazos ya no podían hacerme sentir protegido. Y ese cuerpo, ya no podría ser admirado nunca más.

Porque te había perdido. Había perdido al amor de mi vida en una sola noche. Había perdido a la persona que más amaba en mi vida por no haberle dicho que se quedara. Por no haberle dicho que lo amaba antes.

No pude evitar culparme por todo. No pude evitar llorar desconsoladamente. No pude evitar gritar mil veces "no". No pude evitar gritar que no era justo. No pude evitar pensar que quien debía estar en esa camilla, buscando ser reconocido, debía ser yo.

No pude evitar pensar lo mucho que tarde en decirte un simple "Te amo" que siempre estuvo en mi corazón. Pero me alegra saber que una de las ultimas cosas que escuchaste de mi, fueron esas dos palabras.

Y no te preocupes Eiji, yo te amaré toda la vida.

Te encontraré - KiriBakuWhere stories live. Discover now